Chile empieza a recuperarse del golpe de la pandemia y las empresas ya muestran mejores indicadores. Así, entre enero y marzo, Minera Escondida contabilizó impuestos a la renta e impuesto específico minero por un total de US$430 millones, un 408% más que en el año 2020. A lo que se agrega el pago de US$121 millones en impuestos por distribución de dividendos.
No obstante, en el primer trimestre la producción de la gigante del cobre alcanzó un total de 256.227 toneladas, lo que representó una reducción de 14% en comparación con el mismo período de 2020, cuando la producción fue de 297.219 toneladas.
Esta disminución de la menor producción se asocia a la menor ley de alimentación a las plantas y a la menor cantidad de mineral enviado a lixiviación, dado que durante la contingencia por Covid-19 se ha priorizado la alimentación a plantas concentradoras.
De otro lado, y gracias al mayor precio del cobre, los ingresos ordinarios asociados a ventas sumaron US$2.384 millones, lo que representó un aumento de un 88% en comparación al mismo periodo del año 2020.
En tanto, los costos (excluidos costos financieros netos) fueron de US$967 millones, cifra muy similar a la del mismo periodo del año 2020. Mientras que el resultado por actividades de la operación fue un ingreso de US$1.417 millones, lo que representó un aumento del 370%.
Finalmente, la ganancia neta del periodo, en consecuencia, fue de US$974 millones, un 411% mayor a la obtenida en igual período de 2020.
*foto referencial.
