El proyecto implica una inversión de más de US$ 1.000 millones y el empleo de hasta 2.700 personas en el peak del período de tres años de construcción, que beneficiará especialmente a las comunidades locales y ciudadanos de Tocopilla, María Elena y Calama.
El directorio de Codelco aprobó en su última sesión materializar el esperado proyecto de una desalinizadora para sus operaciones de Chuquicamata, Radomiro Tomic y Ministro Hales, ubicadas en Calama, lo que representa un hito clave en el compromiso de la empresa de avanzar hacia una minería verde y sustentable.
El consorcio, formado por las empresas Marubeni Corporation y Transelec, tendrá a su cargo el desarrollo de las obras de la planta y sus sistemas de impulsión, que entrarán en operaciones en tres años más.
El desarrollo y ejecución de la planta – cuya construcción se iniciará este año – es un paso necesario hacia un abastecimiento sustentable para el Distrito Norte, que le permitirá enfrentar los desafíos que impone la escasez de agua, maximizar la estabilidad operativa y alcanzar uno de los compromisos de desarrollo sustentable de Codelco a 2030.
Esta meta apunta a reducir el consumo unitario de agua continental en 60%, mediante la combinación de una mejora de la eficiencia de los procesos operativos, la reutilización del agua de los depósitos de relaves y la incorporación de la planta desalinizadora para el Distrito Norte.
El presidente del directorio, Máximo Pacheco, dijo que «sabemos de la urgencia que tiene para nuestro país que la gran minería del cobre deje de usar agua continental para sus procesos por lo que este paso tan anhelado de construir una desalinizadora en el norte es una contribución fundamental para Chile».
«En momentos de cambio climático y crisis hídrica, nos sentimos orgullosos de iniciar este proyecto que demuestra nuestro compromiso de avanzar con rapidez para ser reconocida como una empresa sustentable», remarcó.
La planta, que estará operativa en tres años más, es un gran paso para que la empresa logre su objetivo de reducir en 60% el consumo unitario de aguas continentales, uno de sus principales compromisos de desarrollo sustentable a 2030.
El proyecto implica una inversión de más de US$ 1.000 millones y el empleo de hasta 2.700 personas en el peak del período de tres años de construcción, que beneficiará especialmente a las comunidades locales y ciudadanos de Tocopilla, María Elena y Calama.
Será ejecutado bajo un modelo de negocio tipo BOOT (Build, Own, Operate and Transfer), que implica que el consorcio construirá, poseerá y operará la planta, para, luego, transferirla a Codelco.
La cuprífera explicó que adjudicó el contrato a las principales empresas que habían presentado la mejor oferta en el proceso anterior, licitación que fue cancelada en diciembre de 2019 para ajustar el proyecto a las nuevas definiciones del plan minero de la estatal, incorporar la red de distribución de agua desde el reservorio en Radomiro Tomic a las demás divisiones en Calama y asegurar el cumplimiento de las exigentes normas de probidad y transparencia de Codelco.
El proyecto será una solución tecnológica sostenible y de vanguardia a partir del diseño de una desalinizadora que operará por osmosis inversa, con una capacidad inicial de 840 litros por segundo y con potencial para expandirse a 1.956 litros por segundo.
La planta, que se ubicará al sur de Tocopilla, incluye obras marítimas y un sistema de impulsión de agua que recorrerá más de 160 kilómetros con tuberías. La infraestructura eléctrica la bombeará a más de 3.000 metros de altura hasta llegar al reservorio de agua industrial para el suministro de agua desalinizada en el Distrito Norte.