Cochilco detalló que la competitividad de las fundiciones chilenas están lejos de los costos ofrecidos por China y casi a la mitad de camino de la media del mercado.
La Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) entregó el informe técnico “Reporte Fundición y Refinación 2021”, documento que detalló el estado de la industria del cobre en esta materia a nivel nacional e internacional, identificando brechas y desafíos en la exportación del commodity.
El reporte indicó que Chile, principal productor de cobre del mundo, exporta más de un 50% de su producción en forma de concentrado y se espera que en la próxima década este valor aumente hasta un 70%. Pese a esto, el país ha reducido su participación de 32% a 28% en los últimos diez años.
El documento también indicó que China es el principal país importador de cobre, con 57% de la compra de concentrados y 50% de cobre refinado, equivalente a 53% de las importaciones mundiales. En 2019, las exportaciones chilenas de cobre refinado a Asia representaron un cerca del 60%, mientras que el envío de concentrado a esta región representó aproximadamente el 85%, siendo China es el principal comprador con un 52%.
Mercado de fundiciones
En materia de producción de cobre por fundición, Cochilco detalló que la competitividad de las fundiciones chilenas están lejos de los costos ofrecidos por China y casi a la mitad de camino de la media del mercado.
Ante esto, el costo medio de la fundición en China es de US$ 56 la tonelada de concentrado, mientras que la media mundial es de US$ 100. En el caso de Chile, las fundiciones tienen un costo medio es de US$ 188, lo que representa una diferencia aproximada de 47% (US$ 88 aproximadamente) con la media de mercado internacional.
Fundiciones chilenas poco competitivas
Cochilco estableció que las fundiciones chilenas son antiguas y poco competitivas, y la mayor parte están ubicadas en el cuarto cuartil de costos. Las fundiciones estatales tienen mayores costos que las privadas (208 USD/ton promedio estatal versus 143 USD/ton en privados). A su vez, las fundiciones chilenas son antiguas: Altonorte, fundición privada, es la más moderna del país y fue construida en 1993.