Mineros de cobre de menor tamaño podrían impulsar la extracción de este mineral como subproducto.
Una demanda estable y una menor producción mundial de molibdeno son las causas que han impulsado el valor del molibdeno, el cual se estima que se mantendrá en torno a US$30 la libra durante el 2023, el valor más alto de los últimos 18 años.
El alza del precio de este mineral, representa una oportunidad para el sector de la pequeña y mediana minería y todos los actores de la sociedad que podrían estar involucrados directa o indirectamente en ese negocio.
Compañía Molymet
En este contexto, Molymet, hizo un llamado a pequeños y medianos mineros a involucrarse en el procesamiento de este mineral, considerando el impacto socioeconómico que conlleva este material, especialmente en las regiones de Tarapacá, Antofagasta, Atacama y Coquimbo, donde se concentra el mayor desarrollo de esta actividad.
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“Desde la pequeña y mediana minería existe un potencial de molibdeno que no ha sido explotado, dado principalmente porque los compradores de concentrado de cobre no recuperan ni pagan este metal. Sin embargo, su recuperación mejora los premios por el concentrado de cobre, obteniendo un crédito a partir de la venta de su subproducto, y, además, fomenta una minería más sustentable, evitando que este metal termine inutilizado en un relave o escorial”, comenta Gonzalo Bascuñan, vicepresidente Comercial y Desarrollo de Mercado de Molymet.
En esta línea, el ejecutivo señala que parte del propósito de la compañía es impulsar esta iniciativa con herramientas que permitan al sector industrial iniciar la comercialización de este mineral, el que hoy no está siendo explotado, y que trae consigo un efecto positivo en la generación de recursos, encadenamientos, empleo y mejores remuneraciones para sus trabajadores.
“Nuestro foco está en colaborar con las plantas de concentración existentes en el segmento que actualmente procesan sulfuros de cobre», Señaló bascuñan.
«Aquí, además de cumplir con nuestro rol de compradores, queremos ser articuladores del negocio educando a quienes están ahí, visitando plantas, caracterizando materiales y realizando pruebas para implementar un proceso de flotación selectiva. De esta manera, los pequeños y medianos mineros a mediano plazo podrán convertirse en un poder comprador o un poder maquilador”, añadió el ejecutivo.