El plan aborda las transiciones tecnológicas y los institutos públicos necesarios para la industria.
El Gobierno de Chile presentará en abril su largamente postergada política nacional del litio y espera que genere importantes inversiones durante la segunda mitad de la década, dijo el ministro de Economía, Nicolás Grau.
En declaraciones a los periodistas en una mesa redonda en Santiago, Grau dijo que el plan aborda “las transiciones tecnológicas que tenemos que hacer, los institutos públicos que hay que crear, la empresa nacional minera del litio, qué hacer en el salar de Atacama, hay muchas dimensiones y por eso nos hemos demorado tanto”.
La empresa nacional del litio
La empresa nacional del litio propuesta, dijo Grau, es sólo uno de los componentes del plan y requerirá un proyecto de ley de quórum cualificado, lo que podría exigir plazos más largos. “Creemos que hay muy buenas razones para tener una empresa nacional del litio y vamos a intentar convencer a la oposición”, dijo Grau, añadiendo que la mayoría de los demás aspectos del plan podrían seguir funcionando sin la nueva empresa.
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La empresa, que formaba parte de las promesas de campaña del Presidente Gabriel Boric, necesitaría capital privado, dijo el ministro. Aparte de la empresa, el ministro dijo que los resultados políticos concretos podrían no verse hasta el final del mandato del actual Gobierno, en marzo de 2026.
Uno de los objetivos del plan es también promover la descentralización, dijo Grau, “para que otros países sientan que hay espacio para todos”, y añadió que era una de las principales preocupaciones que han tenido teniendo en cuenta la importancia geopolítica del metal.
Dadas las actuales fluctuaciones del litio, el ministro espera un precio de equilibrio de unos 20,000 dólares por tonelada, “pero hay mucha incertidumbre”.
Chile posee una de las mayores reservas de litio del mundo, pero en la actualidad el metal sólo es explotado por Albemarle y SQM. Con la nueva política nacional del litio en marcha, se espera que el país aproveche al máximo sus recursos y abra la puerta a nuevas oportunidades de inversión y colaboración en la industria del litio, al mismo tiempo que promueve la descentralización y una mayor participación en el mercado global.
