Según gremio del sector, la transición energética debe ser inteligente y de forma responsable.
En medio del debate electoral sobre la política energética, el sector petrolero reveló las proyecciones de mediano y largo plazo bajo dos escenarios: uno, de sostenimiento de la exploración y producción de hidrocarburos, y el segundo de debilitamiento de la industria, con una política pública centrada solo en energéticos diferentes a los hidrocarburos, sin nuevos contratos de exploración y de mayor carga tributaria para estas actividades.
Un estudio presentado este lunes por la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP), mostró que, bajo este segundo escenario, en los próximos cuatro años la producción de petróleo caería 47 por ciento y la de gas natural 27 por ciento, anticipando varios años la importación y golpeando el bolsillo de los hogares.
Según Francisco José Lloreda, presidente de la ACP, llevaría a que suban de forma importante los precios de los combustibles y la factura de gas de los hogares, pero además habría riesgo para el respaldo del gas requerido en la generación eléctrica para apoyar las fuentes renovables que son intermitentes.
Según cálculos de la ACP, en cuatro años el precio de una factura de gas se multiplicaría por cinco veces, y los colombianos tendrían que sacar de su bolsillo 6.000 millones de dólares al año para asumir ese sobrecosto, exponiéndose además a las altas volatilidades de precio como las que se viven actualmente en el mundo por la guerra en Ucrania.
“Se anticiparía en 7 años la proyección de importación de gas”, indicó el directivo quien señaló que la importación de petróleo se daría desde el 2028, bajo este escenario.
Hueco para el país y para las regiones
Según el estudio, con una política de debilitamiento de la exploración y producción en el país, la ACP estima una pérdida de 18 billones de pesos de aportes fiscales entre 2022 y 2026, de los cuales la Nación perdería 13 billones de pesos de ingresos, y las regiones, 5 billones por menor recaudo de regalías.
“La pérdida de 13 billones para la Nación durante el cuatrienio equivale a lo que que cuesta aproximadamente el 40 por ciento de los programas solidarios que actualmente benefician a 4 millones de familias o al 65 por ciento de la inversión en educación para el 2022”, agregó al precisar que se arriesgarían 40.000 empleos públicos.
Y agrega al gremio que para reemplazar estos recursos que se dejarían de percibir, el Gobierno tendría, por ejemplo, que cuadruplicar el recaudo del impuesto a la renta del sector turismo, o incrementarlo en todos los demás sectores y personas naturales.
Y al tener mayor carga tributaria, la diversificación productiva en el país difícilmente prosperaría en el corto plazo, al tiempo que la brecha de ingresos perdidos por parte de la Nación se incrementa con el tiempo y totalizaría 77 billones de pesos entre 2022 y 2032.
Igualmente, según la ACP, la caída en inversiones y producción de petróleo y gas implicaría llevaría a que los proveedores del sector pierdan la oportunidad de contratar aproximadamente 20 billones de pesos entre 2022 y 2026, generando una situación compleja para las regiones petroleras.
“Se estima que la caída del 47 por ciento de la producción en cinco años reduciría en 60 por ciento los ingresos de los municipios productores asociados a la cadena de bienes y servicios del sector petrolero”
Aseguró la agremiación
Lloreda advirtió que la transición energética debe hacerse de forma inteligente y responsable, porque en los escenarios más ambiciosos de cambio climático para el año 2050 el mundo va a seguir consumiendo petróleo y gas.
Y remarcó que cuando se habla de debilitamiento de la política energética se habla de hacer lo mismo con Ecopetrol, lo cual afectaría la caja de la empresa más grande del país y su aporte a las finanzas nacionales.