Los estudios sugieren que México puede tener alrededor de 1.7 millones de toneladas de litio atrapadas principalmente en suelos arcillosos.
Reuters.- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), firmó el sábado un decreto que entrega la responsabilidad de algunas de las reservas de litio del país a su Secretaría de Energía.
El mandatario también declaró 234,855 hectáreas como zona de reserva de litio en el norteño estado de Sonora, cerca de la frontera con Estados Unidos, en un complemento de la política de nacionalización de la industria de ese mineral.
México posee un importante potencial de yacimiento de litio, un material muy buscado para la producción de baterías para vehículos eléctricos.
«Inicia un proceso de exploración, de desarrollo tecnológico para tener la materia prima», dijo AMLO durante el anuncio desde Bacadéhuachi, en Sonora.
«Lo que estamos haciendo ahora (…) es nacionalizar el litio para que no lo puedan explotar extranjeros ni de Rusia, ni de China, ni de Estados Unidos», agregó.
En abril del año pasado el Congreso de México aprobó la nacionalización del litio.
El decreto publicado por el Ministerio de Economía indicó que «quedan a salvo los derechos y obligaciones de los titulares de concesiones mineras vigentes que se encuentren dentro de la zona de reserva minera de litio».
Pero precisa que dentro de la reserva «no puede realizarse actividad minera alguna con relación al litio».
La semana pasada, el director de la paraestatal LitioMx, Pablo Taddei, dijo en una entrevista con Reuters que el Estado buscará tener una participación mayoritaria en los futuros acuerdos con compañías privadas en el sector del litio, los cuales podrían incluir ofertas como exenciones fiscales.
Los estudios sugieren que México puede tener alrededor de 1.7 millones de toneladas de litio atrapadas principalmente en suelos arcillosos.
Si bien cerca de una docena de empresas extranjeras tienen concesiones mineras activas que apuntan a desarrollar posibles depósitos de litio, López Obrador ha insistido en que todas serán «revisadas», lo que ha ensombrecido las perspectivas futuras del sector.