La mayoría de los consumidores de metales de la UE han encontrado suministros alternativos en otros países, como el cobre de Perú y Serbia.
Diez países de la Unión Europea (UE) han propuesto nuevas sanciones al comercio ruso, incluida su producción de metales como el aluminio, para recortar aún más los ingresos del país y la financiación de su guerra en Ucrania, según se desprende de una carta a la que ha tenido acceso Reuters.
Hay más de 2.000 personas y entidades en la lista de sanciones de la UE, pero no están incluidos los productores rusos de metales como Rusal o del metal primario producido en Rusia.
Entre los firmantes de la carta enviada hace dos semanas en la que se proponía prohibir el metal de origen ruso figura Polonia, que en enero asumirá la presidencia de la UE en sustitución de Hungría, que se ha mostrado hostil a la idea, según una fuente familiarizada con el asunto.
«Como los metales constituyen la fuente de ingresos más importante para Rusia, además de los combustibles fósiles, debemos imponer también más prohibiciones a la importación de metales», dice la carta, respaldada también por Dinamarca, República Checa, Irlanda, Estonia, Letonia y Lituania.
Suecia, Finlandia y Rumanía también respaldan la propuesta.
La Comisión Europea propondrá el nuevo paquete en la segunda quincena de enero con el objetivo de aprobarlo en febrero para conmemorar el tercer aniversario de la invasión rusa de Ucrania.
La mayoría de los consumidores de metales de la UE han encontrado suministros alternativos en otros países, como el cobre de Perú y Serbia, pero la UE sigue importando grandes cantidades de aluminio primario de origen ruso.
Estados Unidos y Reino Unido prohibieron este año la importación de metales producidos en Rusia, pero la UE no quiso seguirles debido a la resistencia de sus miembros, entre ellos Francia, que según dos fuentes familiarizadas con el asunto ya no se opone a la idea.