Los ejecutivos y reguladores del sector escucharon la advertencia de que debían estar preparados para frenar la expansión a fin de evitar que el actual auge se desplome en un colapso por exceso de capacidad.
Reuters.- El mayor fabricante de baterías del mundo, CATL, y sus rivales chinos recibieron esta semana un mensaje desde arriba.
Cuando el presidente chino, Xi Jinping, dijo que estaba «feliz y preocupado a la vez» por el dominio de las baterías para vehículos eléctricos (VE) de CATL, los ejecutivos y reguladores del sector escucharon la advertencia de que debían estar preparados para frenar la expansión a fin de evitar que el actual auge se desplome en un colapso por exceso de capacidad.
Las declaraciones de Xi, realizadas en respuesta a una presentación del presidente de CATL, Robin Zeng, al margen de la reunión anual del parlamento celebrada el lunes, demostraron que CATL ha atraído la atención de los altos funcionarios chinos. Desde el año pasado, los clientes de CATL se han quejado de su posición en el mercado y la propia empresa ha advertido de los riesgos de una expansión demasiado rápida del sector.
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Tres ejecutivos del sector de las baterías -entre ellos dos de CATL- y dos personas cercanas a los reguladores que trabajan con el sector dijeron a Reuters que entendían las declaraciones de Xi como una advertencia tanto a la empresa como al sector de las baterías en general.
Uno de los cinco, un alto directivo de CATL, que al igual que otros pidió no ser identificado por lo delicado del asunto, dijo que las declaraciones de Xi eran preocupantes para toda la industria.
«Se está ejerciendo presión sobre todas las partes», afirmó, añadiendo que «aunque el gobierno pise el freno, la posición de CATL en el sector no se verá afectada».
Xi fue citado por Xinhua diciendo que la regulación tiene un lugar para asegurar que las industrias emergentes como la producción de baterías se desarrollen de una «manera constante y prudente» para evitar «un auge y una carrera precipitada que se disiparía al final».
CATL no respondió de inmediato a la petición de comentarios.
El escrutinio gubernamental de CATL y sus rivales más pequeños, que representan el 60% del suministro mundial de baterías, supondría un golpe de timón para un sector más acostumbrado a beneficiarse de las subvenciones.
CATL, con sede en Ningde (Fujian) y en expansión en Alemania y Estados Unidos, controla por sí sola el 37% del mercado mundial de baterías, más que los tres siguientes proveedores juntos. Su tecnología «cell-to-pack» ha proporcionado a fabricantes de automóviles como Tesla baterías de iones de litio de fosfato de hierro más baratas.
