La demanda de estos bienes se debe al menor dinamismo que viene mostrando el consumo privado, la debilidad de la inversión privada y la aún alta inflación.
Al cierre del primer trimestre del 2023, la venta de vehículos seminuevos livianos registró 138,461 unidades, cifra que significó una contracción de 14.7% con relación a similar periodo del 2022, pero 16.8% por encima de la cifra alcanzada en los primeros tres meses del 2019, un año prepandemia.
“Este comportamiento estaría en línea con el débil desempeño de la economía peruana en el primer trimestre del año como consecuencia de los conflictos sociales y fenómenos climatológicos, además de la mayor disponibilidad de vehículos nuevos ante la mejora en la cadena global de suministros”, así lo indicó Alberto Morisaki, Gerente de Estudios Económicos y Estadísticas de la Asociación Automotriz del Perú (AAP).
Como lo adelantó la AAP a inicios de año, la venta de vehículos seminuevos se atenuaría en los siguientes meses debido a una serie de factores que afectarían la demanda por dichos bienes.
Entre ellos, el menor dinamismo que viene mostrando el consumo privado, la debilidad de la inversión privada que reduce la capacidad de creación de empleo de calidad, a lo que se suma la aún alta inflación, factores que reducen la capacidad de adquirir dichos vehículos, además de la mayor disponibilidad de vehículos nuevos.
Sin embargo, considerando que entre el 90% y 95% de estas operaciones son persona a persona y que por cada vehículo liviano nuevo se comercializan tres seminuevos, el potencial de crecimiento es enorme para la venta de estos vehículos a través de concesionarios o plataformas digitales, con lo que estas operaciones ganarían en transparencia en el proceso, confianza y mejorar la eficiencia, así como en opciones de financiamiento.
