La reducción de costos logísticos, atención de emergencias – como las que podrían surgir por el Fenómeno del Niño-, menos contaminación y descongestión vehicular son los principales beneficios que traería la norma.
A fines de mayo el Consejo de Ministros presentó al Congreso el Proyecto de Ley No. 5175/2022-PE, que propone que las empresas que brinden servicio de cabotaje no tengan la obligación de contar con permiso de operación ni estar constituidas en el país, manteniendo solo la exigencia de contar con el Certificado de Condiciones de Seguridad de Transporte, expedido por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC).
La norma busca reestablecer la regulación de excepción que rigió entre 2019 y 2022, que tuvo como objetivo incentivar la oferta extranjera y que permitió que el número de naves autorizadas pasara de 21 en el 2017 a 54 en el 2022, según la Dirección de Transporte Acuático del MTC; y que la carga de cabotaje se duplicara durante dicho periodo, llegando 1.1 millones de TM, de acuerdo con la Autoridad Portuaria Nacional.
Para Patricia Castro, socia del Estudio Olaechea, los requisitos eliminados no agregaban valor alguno a los usuarios, a quienes, por el contrario, perjudicaban al representar un desincentivo para la generación de una mayor oferta. En tanto, remarcó la importancia del Certificado de Condiciones de Seguridad de Transporte, exigencia que se mantiene en el proyecto de ley.
“El certificado que expediría el MTC avala que la nave cuenta con coberturas de protección y responsabilidad civil frente a terceros, que está acreditada en materia de seguridad y conservación del medio ambiente, y que cuenta con la certificación de clase otorgada por una clasificadora miembro de la Asociación Internacional de Sociedades de Clasificación”, explicó.
Por ello, Castro resaltó la importancia de que el Congreso priorice y apruebe el PL, que es resultado de un trabajo conjunto entre la PCM, el MTC y el Mincetur.
En tal sentido, comentó cuatro de los principales beneficios que traería la norma:
· Reducción de costos logísticos: Impulsar el cabotaje permitiría a las empresas contar con una mayor frecuencia de transporte marítimo, además del terrestre, para transportar sus productos en menos tiempo y con una reducción de los fletes y costos logísticos. Según Mincetur, se estima que, anualmente, el cabotaje marítimo podría generar ahorros de más de US $694,000 para las empresas dedicadas al comercio exterior.
· Atención a emergencias: El cabotaje aumenta la capacidad de respuesta inmediata frente a desastres naturales o bloqueos de carreteras por conflictos sociales, siendo de suma utilidad para llevar ayuda humanitaria, evitar el desabastecimiento de mercados o la falta de continuidad de las operaciones de comercio exterior. Esto es particularmente relevante ante el impacto que podría tener el Fenómeno del Niño este año y el siguiente.
· Reducción de contaminación: Considerando que el transporte por carretera genera 100 veces más de CO₂ que el marítimo, el cabotaje reduce significativamente la contaminación y contribuiría a las metas de sostenibilidad de las empresas que transporten mercancías entre puertos nacionales. Por ejemplo, movilizar 5 mil toneladas de carga en contenedores por cabotaje, cifra alcanzada en el 2021, representó cerca de 250 camiones menos en la carretera.
· Disminución de congestión vehicular: El tráfico vigente en la carretera Panamericana (Norte y Sur) y en otras vías principales de país, pueden descongestionarse con el cabotaje marítimo o “carretera azul”, logrando además una mayor conectividad considerando que el Perú dispone de una franja marítima-costera extensa de aproximadamente 3,080 km, con un potencial aún sin explotar.