Para el economista, el empleo formal es una prioridad para el desarrollo de la economía peruana y el Estado puede contribuir brindando un mejor crédito a las empresas y mejorando su acceso a la tecnología.
El Estado peruano debe asociarse con el privado para generar más empleos. Esta fue la conclusión principal del economista Dani Rodrik, quien participó como panelista del 14 Simposio del Oro, Plata y Cobre, organizado por la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía.
En su exposición, titulada “Geopolítica: economía global y cambios”, destacó la necesidad de una estrategia que dinamice la productividad de la economía peruana y el rol de las empresas privadas en el camino hacia esta meta.
“El rol del Estado es contribuir con el sector privado que, en el Perú, tiene la posibilidad de generar empleo. Y esto puede lograrse a través de mecanismos como otorgar un mejor crédito y emprender programas de expansión tecnológica”, detalló.
Además, destacó que, en un país como el Perú, en el que se percibe que la clase política no responde a las necesidades de la población resulta importante replantear el rol del Estado.
Bajo la mirada del economista, el modelo de hiperglobalización empieza a perder vigencia para abrir paso a un enfoque de políticas públicas dirigidas principalmente hacia el bienestar social de los propios países y que tiene como una consecuencia natural su apertura económica al mundo.
“En el caso de Perú, una estrategia eficaz es la de sus mesas sectoriales para poder generar desarrollo en industrias. Si lo pensamos de esta manera, las agencias se sientan con las empresas y en estas mesas deben participar también los municipios y entidades gubernamentales que pueden ayudar a las empresas a mejorar su productividad”, dijo.
Una nueva perspectiva
El ponente también puso sobre el tapete la importancia de un balance entre un enfoque global y uno que priorice el bienestar social. “Las corporaciones pueden replantear cómo expandir su huella para crear más y mejores trabajos”, aseguró. Y una parte de esta visión es que la inserción de un país como el Perú en la economía no sea el fin sino un mecanismo cuya consecuencia sea abrir la economía del país e incrementar sus exportaciones.
Sobre los nuevos escenarios que suceden a la crisis generada por la pandemia del coronavirus, Rodrik puntualizó que el camino hacia una economía global estable es un trabajo en conjunto para los países.
“Los economistas y tecnócratas entendemos los beneficios de la cooperación. Estamos en un momento en la historia en el que el futuro es incierto y es maleable que depende de las decisiones que los políticos tomen. El futuro está en nuestras manos”, señaló.
Al finalizar su ponencia, y en conversación con Luis Miguel Castilla, director de Videnza Consultores, abordaron temas como la diversificación productiva. Castilla puso sobre la mesa la pregunta del rol y avances en este camino. Rodrik explico que existe una confrontación entre dos lógicas: la idea de que Perú debe exportar solamente cobre y la que apuesta por la diversificación productiva para hacer que la economía sea más diversa.
“El desarrollo viene de tener una combinación de ambas estrategias. Países como China apalancaron la economía mundial de una forma en la que se impulsó la diversificación productiva como fin principal, lo que generó una hiperglobalización que está llegando a su fin”, expuso.