«En esta ocasión hago un pedido concreto a la representación nacional, solicito una tregua política para instalar un gobierno de unidad nacional», dijo.
Reuters.- Dina Boluarte se convirtió el miércoles en la primera mujer presidenta de Perú, al prestar juramento en el Congreso luego de que los legisladores votaron por la destitución del ahora exmandatario Pedro Castillo tras una escalada de la crisis política en el país andino.
Boluarte, de 60 años, se desempeñaba como vicepresidenta en el gobierno de Castillo y hasta hace poco ocupaba el cargo de ministra de Desarrollo e Inclusión Social.
Castillo fue removido en la votación de un juicio político más temprano, horas después de anunciar que ordenaría por decreto la disolución del Congreso, una decisión que provocó dimisiones de ministros clave del gobierno y denuncias de un «golpe de Estado» por parte de miembros del Congreso.
Castillo había sido convocado al Congreso para que responda a acusaciones de «permanente incapacidad moral» para gobernar, en medio de varias investigaciones de fiscalía por presunta corrupción. El Congreso apuró la decisión y destituyó a Castillo con 101 votos a favor -con el apoyo e legisladores de derecha e izquierda-, seis en contra y 10 abstenciones.
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Boluarte, en su primer discurso como presidenta, llamó a la unidad del país y convocó a las fuerzas políticas y democráticas para conformar un gabinete de ministros de «todas las sangres» en el país sudamericano.
«En esta ocasión hago un pedido concreto a la representación nacional, solicito una tregua política para instalar un gobierno de unidad nacional», afirmó. «Solicito un plazo, tiempo valioso para rescatar al país de la corrupción y el desgobierno».
Boluarte llega al poder para completar el actual periodo hasta el 2026. Es la primera mujer en ocupar la presidencia en Perú. La abogada de profesión estaba siendo investigada por el Congreso por una supuesta infracción constitucional, pero el Legislativo la absolvió esta semana de todos los cargos.
Castillo, un líder de izquierda que asumió al poder en julio del 2021, había anunciado un gobierno de «excepción», al tiempo que convocaría en el más breve plazo a elecciones legislativas, con facultades constituyentes, para elaborar una nueva Constitución en un plazo no mayor de nueve meses.
Hace tres décadas, el exmandatario Alberto Fujimori, actualmente preso por abusos a los derechos humanos y corrupción, ordenó también la disolución del Congreso, con similares medidas en torno al sistema judicial.
CASTILLO EN UNA PREFECTURA POLICIAL
Varios legisladores de oposición consideraron la decisión de Castillo como un «golpe de Estado» e hicieron llamados a las fuerzas armadas para «restablecer el orden constitucional».
Además, todas autoridades del sistema judicial condenaron la decisión del exgobernante. «Es un golpe de Estado, un quebrantamiento del orden constitucional», dijo a periodistas el presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Morales.
Imágenes de televisión local mostraron a un compungido Castillo sentado, junto a uno de sus funcionarios clave, en una habitación de la prefectura policial de Lima, hasta donde llegó luego la fiscal general, Patricia Benavides.
No estaba claro de inmediato si el mandatario efectivamente había sido detenido por las fuerzas policiales.
Los gobiernos de México, Argentina, Chile y Colombia expresaron en forma separada su preocupación por la situación en Perú e hicieron un llamado al diálogo para superar la crisis.
Las Fuerzas Armadas y la Policía nacional emitieron un comunicado conjunto en que afirmaron que Castillo está facultado a disolver el Congreso si es que el parlamento censura dos gabinetes de ministros; y que cualquier acto contrario a ello «constituye una infracción a la Constitución».
La semana pasada el Congreso había negado por primera vez una moción de confianza a un gabinete de Castillo, aunque sin proceder a una votación, alegando que no cumplía los requisitos legales.
Tras la decisión de Castillo, los ministros de Economía y de Relaciones Exteriores anunciaron su renuncia por Twitter.
«En estricto apego a mis convicciones y valores democráticos y constitucionales, he decidido renunciar irrevocablemente al cargo de Ministro de Relaciones Exteriores, ante la decisión del Presidente Castillo de cerrar el Congreso (…) violando la Constitución», dijo el ahora excanciller César Landa.
En medio de la crisis, la moneda peruana, el sol,, se apreció al cierre un 0,31%, a 3,8250 unidades por dólar, luego de que el Banco Central vendiera 10 millones de dólares al final de la sesión. La bolsa recortó pérdidas.
Perú ha vivido desde hace años en una constante turbulencia política por una fuerte pugna entre el Congreso y el Gobierno.
Desde el 2016 el país ha tenido cinco presidentes, incluyendo a Castillo. En el 2018, Pedro Pablo Kuczynski renunció antes de una votación de destitución, mientras que Martín Vizcarra fue defenestrado en el 2020 por el Parlamento.