Por otro lado, «las inversiones en Antamina, Inmaculada, Uchucchacua, Tambomayo y otras minas, no son pequeñas. Si uno las va sumando pueden ser equivalentes a un proyecto greenfield (nueva mina)».
Víctor Gobitz, presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), lamentó que la “violencia sin rostro” está matando la agenda país, además de generar una situación anormal de zozobra para la minería.
“No se trata salir a las calles, incendiar las instalaciones (minas) e imponer una agenda. Eso es inaceptable”, dijo en diálogo con El Comercio.
Para el presidente del gremio, «la situación sigue siendo crítica en Puno. En esta región, la mina de estaño (San Rafael) no ha logrado reestablecer operaciones. Este es, por largo, el problema más crítico».
«Y las minas vinculadas a Cusco y Apurímac (Las Bambas, Constancia y Antapaccay) están operando, pero con dificultades. Incluso, en estos días hemos visto un ataque vandálico contra un proveedor de servicios de Antapaccay. Esa es la situación. El problema está centrado en el sur», señaló.
Asimismo, aseguró que la mina Julcani y otras del Corredor Minero ya reanudaron operaciones, «pero todavía está al acecho la amenaza (de nuevas paralizaciones). El negocio minero requiere una logística bastante completa de ingreso de materiales y equipos, y de salida de producción. Ese flujo natural todavía no está restablecido con la confianza que debiera».
Precisó que Las Bambas debería producir 400 mil toneladas de cobre al año, pero en 2022 terminó produciendo 250 mil toneladas. «Eso te da una idea del problema. Al final del día la mina está operando debajo de su punto óptimo», anotó.
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El destacado minero pidió entender que una coyuntura de violencia y con paralizaciones temporales no es nada normal. «Y esto no solo trae problemas de menor producción, sino que pone en riesgo la seguridad de las personas. Si un trabajador está fatigado hay un riesgo de que se accidente. Esa es la parte oculta. Hay personas y familias detrás de este drama», acotó.
Mina San Rafael
La operación tiene cuatro mil trabajadores y la preocupación de estos es si van a seguir trabajando.
«Porque la compañía puede llevar a cabo una suspensión laboral perfecta. Puede decir: ‘Yo acredito que no puedo operar y que no puedo pagar el salario a estas cuatro mil personas’. Y eso lo puede acreditar en un minuto», advirtió.
La paralización de San Rafael, único productor de estaño del Perú, impactará fuertemente en la producción local de este metal. Y, para Gobitz, incluso en la producción internacional de estaño.
«Si bien en términos económicos no es una cifra muy grande para el Perú, en el escenario mundial de metales sí es un punto de atención. Es una nota de advertencia para todos los inversionistas mundiales en el país. No puede ser que la violencia sin rostro termine matando la agenda del país», enfatizó.
Inversiones en riesgo
Con este escenario de conflictividad, hay un panorama incierto en inversiones mineras.
Así, «debemos esperar la inversión en San Gabriel (Moquegua), que es un proyecto de oro de Buenaventura. Los peruanos deberíamos lograr entendernos, también, para sacar adelante Tía María (Arequipa)».
«Pero es cierto, será difícil sacar adelante nuevos proyectos. Sin embargo, no debemos soslayar que las inversiones en sostenimiento no son cifras menores. Las inversiones en Antamina, Inmaculada, Uchucchacua, Tambomayo y otras minas, no son pequeñas. Si uno las va sumando pueden ser equivalentes a un proyecto greenfield (nueva mina)», destacó.
Además, Gobitz manifestó que «es poco probable que veamos una nueva mina en este escenario, porque los plazos de retorno de inversión de los proyectos greenfield son distintos a los de un proyecto brownfield (mina en marcha). En este caso el negocio ya está andando y el retorno a la inversión es más pronto».
Soluciones
Desde la SNMPE tienen claro que el punto de partida es cesar la violencia, pero sin usar la violencia. Y entender que el proceder del Ejecutivo está en esa posición, siguiendo el ordenamiento constitucional. Esto, aparentemente, la población lo pierde de vista.
«Si quisiéramos discutir un adelanto de elecciones tiene que haber rostros con quienes discutir. No se trata de salir a las calles, incendiar las instalaciones e imponer una agenda. Eso es inaceptable», enfatizó.
Reveló que han tenido una reunión con el ministro (de Energía y Minas) Oscar Vera, y también con la presidenta de la República, Dina Boluarte.
También les transmitieron que la SNMPE tiene una propuesta para formalizar la minería aurífera y lograr que las autoridades en las regiones tengan una mejor gestión pública, ayudando con planes y unidades ejecutoras mucho más robustas y maduras.
«Si no logramos resolver esto en el corto plazo, se nos va a complicar el partido. Por eso, lo que siempre estamos haciendo es esforzarnos en ver qué medios y espacios de diálogo podemos crear para que cese esta violencia. Si hay un enemigo, ese es la pobreza y para derrotarla necesitamos del esfuerzo de todos», finalizó.