Sin embargo, desde el MINEM señalaron que “la idea de contar con una política es que trascienda a gestiones, a gobiernos».
La Minería Artesanal y Pequeña Minería (MAPE) representa una significativa cantidad de empleo y aporte a la economía de nuestro país, genera alrededor de dos a tres millones de puestos de trabajo y mejora la calidad de vida de muchas personas, afirmó Frank Arana, gerente general de Ponderosa Minerals (Minero en Formalización), en su participación en el Jueves Minero virtual organizado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP).
La formalización de este sector de la minería en el Perú presenta una serie de problemas, por lo cual el Ministerio de Energía y Minas ha elaborado la primera Política Nacional de MAPE que establece los lineamientos para su desarrollo a mediano y largo plazo. Sin embargo, ante la complejidad de la situación actual, Frank Arana opinó que existe el riesgo de que no se llegue a plasmar dicha política.
“El problema es sumamente complejo y necesita soluciones inmediatas. La política definitivamente nos va a ayudar, dar el marco para estar todos en la misma página, pero el tema es tan complejo, inmediato y urgente que, posiblemente, esta política corre el riesgo de no llegar a ejecutarse en el tiempo que va a tomar implementarla”, señaló Arana.
De acuerdo a ello, los años que va a tomar implementar dicha política pone en peligro que realmente se logre, ya que nuestro sector público sufre inestabilidad y cambios constantes; asimismo, no permitiría que se aplique a tiempo para la formalización de la MAPE actual.
Al respecto, el director general de Formalización Minera del Ministerio de Energía y Minas, Alberto Rojas, indicó que la intención es, precisamente, definir una política para que se ejecute de manera sostenible a lo largo del tiempo, como un mecanismo de gestión legal y presupuestal tanto para el gobierno nacional como los gobiernos regionales.
“La idea de contar con una política es que trascienda a gestiones, a gobiernos. Actualmente, sin una política sucede que cada gestión viene y propone alternativas que ellos deciden, viene otra gestión y cambia de giro”, explicó Rojas.
Por su parte, Arana consideró importante precisar que se debe tener en cuenta como primer paso, dotar a las Direcciones Regionales de Energía y Minas con el personal necesario, ya que, por ejemplo, en Áncash hay cuatro funcionarios para atender más de 4 mil procesos de formalización.
“En mi caso tengo varios años tratando de formalizarme y no lo puedo conseguir porque mis expedientes se pierden, desaparecen y seguro más de uno tiene este problema”, indicó.
Otro gran problema actual que refirió es el estar todos “en el mismo saco”, desde los titulares de concesiones mineras hasta aquellos que no tienen ningún tipo de contrato con la empresa minera, así como existen los mismos parámetros y rigurosidad para las actividades de minería artesanal que se desarrollan en zonas de distintas características geográficas.