Comunidades del distrito Antauta acordaron apoyar el reinicio de San Rafael; pero el riesgo se centra en residentes más alejados. Solo 430 trabajadores se encuentran en la mina para labores esenciales de cuidado y mantenimiento.
Reuters.- La productora peruana de estado Minsur aún percibe riesgos para operar su mina parada desde inicios de enero dejando pérdidas de al menos 118 millones de dólares en ventas del mineral, dijo el martes la compañía, en medio de protestas antigubernamentales y que según sus líderes podrían reactivarse en los próximos días.
Minsur, que produce cerca del 9% de estaño en el mundo de acuerdo la empresa, suspendió el 11 de enero sus operaciones en su mina San Rafael de Puno, frontera con Bolivia y donde se han focalizado las protestas contra el Gobierno que están afectando a minas claves del país.
Comunidades andinas del distrito andino Antauta cuyos negocios dependen del funcionamiento de la mina acordaron el lunes en una reunión apoyar el reinicio de San Rafael; pero el riesgo se centra en residentes más alejados con dirigentes que mantienen posiciones radicales y siguen bloqueando el transporte hacia y desde el yacimiento, dijo un portavoz de la compañía.
«Seguimos hablando con los dirigentes de todas las zonas, necesitamos operar, hay 4.500 puestos de trabajo en peligro», dijo a Reuters el director de Asuntos Corporativos de Minsur, Gonzalo Quijandría, en un mensaje consultado sobre el tema.
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Las protestas antigubernamentales comenzaron en diciembre tras la destitución del presidente izquierdista Pedro Castillo, incluyendo bloqueos de carreteras principalmente en el sur minero de Perú, el segundo mayor productor mundial de cobre.
Minas como Las Bambas de la china MMG Ltd, Antapaccay de Glencore y Constancia de Hudbay Mineral operan de manera restringida por una tregua temporal de comunidades andinas por el llamado «corredor minero», pero la situación podría cambiar el cualquier momento.
Las protestas, en las que piden la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, el cierre del Congreso, una nueva Constitución y elecciones anticipadas, han dejado 49 muertos en enfrentamientos y 11 fallecidos en accidentes vinculados a los bloqueos.
Los bloqueos de carreteras han disminuido considerablemente, a 15 el martes -y todos en Puno- desde más de un centenar en enero, según el supervisor de transporte local.
Pero un líder comunitario de Puno dijo a Reuters que en su región los residentes alistan para los próximos días el reinicio de protestas con una nueva marcha hacia la capital Lima.
«Se mantiene nuestra agenda de lucha, es invariable», afirmó el viernes por teléfono Edgar Chura, dirigente portavoz del Frente de Defensa de Puno y representante de población Aymara.
San Rafael paró sus faenas en «solidaridad» y duelo por la muerte de 17 personas en Puno durante una protesta, pero ante el escalamiento del conflicto Minsur dijo que detuvo su operación por tiempo indefinida el 13 de enero por medidas de seguridad.
Solo 430 trabajadores se encuentran en la mina para labores esenciales de cuidado y mantenimiento.
Minsur viene haciendo «el esfuerzo para preservar las condiciones de empleo y encontrar fórmulas para no perjudicar sus ingresos, como el adelanto de vacaciones», dijo un reporte de la compañía enviado a Reuters.
Por la suspensión se calcula hasta el viernes 24 de febrero una pérdida equivalente «por ventas de estaño fino por 118 millones de dólares» y se estima una pérdida equivalente a unos 31 millones de dólares para el Estado en tributos, agregó.
«El principal temor de la población es la reacción que se pueda suscitar en los distritos vecinos que han hecho explícitas sus amenazas contra el reinicio de la mina San Rafael y contra el distrito de Antauta por permitirlo», dijo la compañía.