Fue aprobado Estudio de Impacto Ambiental que contempla plantar 1648 árboles adicionales a los existentes. Además, se utilizará sistema antirruido y otras tecnologías a favor del entorno.
Con la aprobación del Estudio de Impacto Ambiental semidetallado de la Vía Expresa Santa Rosa, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) avanza en la ejecución de este importante viaducto que conectará la Costa Verde con el futuro puente Santa Rosa para acceder al nuevo Aeropuerto Internacional Jorge Chávez.
La Vía Expresa Santa Rosa será una vía elevada de 4 km que descongestionará el tránsito vehicular de la ciudad, particularmente en el acceso al ampliado aeropuerto.
El Estudio de Impacto Ambiental semidetallado (EIA-sd) de la Vía Expresa Santa Rosa determinó la viabilidad socioambiental de la obra en su entorno, que abarca los distritos de La Perla, Bellavista y El Callao.
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Como parte de la obra, se plantarán 1648 árboles nuevos, que se sumarán a los 999 existentes que serán preservados o trasplantados a parques aledaños. De esta manera, con el sembrado de nuevos árboles, las áreas verdes se ampliarán de 34 000 m², en la actualidad, a 37 000 m².
Más detalles
De igual forma, en el trayecto del viaducto se colocarán más de 700 luminarias led. Esta cantidad supera al doble de los 333 postes de alumbrado público que actualmente tiene la avenida Santa Rosa. Además, se instalarán 3 casetas de seguridad en La Perla, Bellavista y Callao, generando un espacio urbano seguro.
Mientras que los 1100 metros de la ciclovía actual se cuadriplicarán a 4470 metros con la obra. Además, se incluirán carriles exclusivos para buses.
Asimismo, las barreras que se instalarán en los laterales del viaducto, que reducirán hasta en 20% el ruido generado por el tránsito de los vehículos, son del mismo tipo de las utilizadas en obras públicas de Estados Unidos, China y Europa.
Otras tecnologías a favor del medioambiente que se utilizarán en la Vía Expresa Santa Rosa son un sistema de drenaje ante eventuales derrames de combustibles o lubricantes, lo que evitará la contaminación del suelo, vegetación y agua; métodos de perforación que reducirán los impactos de ruido y vibración, entre otros.
Además, se implementarán prácticas de reciclaje y valorización de residuos de construcción, promoviendo la economía circular y la reducción de generación de gases de efecto invernadero.