En los últimos años, muchas empresas vienen siendo notificadas por parte de las empresas de distribución eléctrica debido a que, según indican, su instalación está inyectando energía reactiva capacitiva a la red.
Tales notificaciones se basan en el literal ‘c’ del artículo 16° de la Resolución 206-2013-0S/CD, parte de la norma “Opciones Tarifarias y Condiciones de Aplicación de las Tarifas a Usuarios Final’ y que se aplica a los usuarios que se encuentran en las opciones tarifarias MT2, MT3, MT4, BT2, BT3 y BT4.
En la norma se especifica que la empresa eléctrica realiza una facturación cuando el consumo de energía reactiva inductiva excede el 30% de la energía activa total mensual; es decir, cuando el cos phi es menor a 0.95 inductivo, aproximadamente. La norma indica, además, que no está permitida la inyección de energía reactiva capacitiva a la red, lo que quiere decir que, en una instalación que se encuentre en las tarifas mencionadas, lo ideal es mantener un cos phi entre 0.95 y 1 inductivo para no tener penalidad por reactiva inductiva o reactiva capacitiva.
El objetivo de introducir la penalidad en las facturas eléctricas por conceptos de energía reactiva capacitiva es mantener la estabilidad del sistema eléctrico; esto es, evitar sobrecargas o perturbaciones que puedan afectar a la propia instalación, a la red eléctrica y los predios vecinos.
¿Qué es la energía reactiva?
A diferencia de la energía activa, la energía reactiva no produce trabajo útil y se debe neutralizar o compensar. Según el tipo de cargas presentes en la instalación, se puede generar energía reactiva inductiva o energía reactiva capacitiva.
La reactiva inductiva es creada por el campo magnético; es decir, cargas que tengan bobinados, como por ejemplo los motores. La energía reactiva capacitiva, en cambio, proviene de los campos eléctricos y se asocia a cargas con condensadores; como, por ejemplo, iluminación LED, sistemas informáticos, UPS, grandes líneas subterráneas o instalaciones de regulación compleja en media tensión.
Circutor Andina ha desarrollado la solución para compensar la energía reactiva capacitiva: el generador estático de reactiva SVGm. Esta solución funciona mediante el uso de electrónica de potencia, que permite la programación de un cos phi objetivo para compensar el exceso tanto de reactiva inductiva como capacitiva, con lo que se evita cualquier penalización en la factura eléctrica.
Además, el SVGm incorpora IGTs para una rápida compensación de reactiva con un tiempo de respuesta inferior a 20ms y es un equipo preparado para compensar instantáneamente redes con alta variabilidad de consumos. Asimismo, al no tener elementos pasivos, el equipo puede instalarse en cualquier tipo de red con alta presencia de corrientes armónicas, sin ver afectado su rendimiento.
Dadas sus características, el SVGm es un equipo polivalente con posibilidad de instalación en una multitud de aplicaciones, tanto a nivel industrial como en el sector de servicios o infraestructura, como hornos industriales, equipos de soldadura, motores eléctricos con variadores de frecuencia, telecomunicaciones, centros de datos, industria papelera, generadores eléctricos, entre otros.