Autor: Edisson Perez, Ingeniero de Costos y Presupuestos
En los últimos años la industria minera en el Perú ha experimentado mayor incertidumbre en el mercado. Existe una variación en los precios y tecnología de los materiales y procesos constructivos, lo que puede llevar a que los presupuestos en ocasiones puedan incrementarse. Sin embargo, estos desafíos no deben ser una barrera, por el contrario, representan oportunidades para que los diseñadores, estimadores, contratistas y otros profesionales involucrados en el desarrollo de ingenierías puedan desarrollar soluciones alternativas y atractivas para cualquier proyecto.
Una alternativa efectiva es la Ingeniería de Valor (Value Engineering, en inglés), la cual es una metodología que permite resolver problemas y optimizar costos sin comprometer la calidad ni confiabilidad de un proyecto. La Society of American Value Engineers International (SAVE International) define la ingeniería de valor como un enfoque de equipo sistemático y orientado a la función para proporcionar valor en un producto, sistema o servicio. Esta metodología es aplicable en cualquier sector, como el minero, construcción, industrial, entre otros. La ingeniería de valor puede tener efectos positivos significativos para todas las partes interesadas de un proyecto, más aún cuando todos adoptan y participan activamente en el análisis de valor, los beneficios ganan y la creatividad se puede desplegar de diferentes maneras para alcanzar los objetivos del proyecto.
Es importante indicar que antes de comenzar con la evaluación de valor, la organización debería contar con un equipo multidisciplinario de experiencia, cuyo juicio será de suma importancia para que se pueda optar por las mejores opciones que ayuden con el beneficio del proyecto.
En cuanto al momento adecuado para realizar la evaluación de ingeniería de valor, no hay un momento incorrecto técnicamente, pero es más beneficioso realizar la evaluación cuanto más cerca esté el proceso de la etapa conceptual del proyecto, esto se debe a que la planificación y el diseño son etapas en las que la ingeniería de valor puede aportar un mayor valor agregado. Por el contrario, si la ingeniería de valor se realiza demasiado tarde y se convierte en una reelaboración o causa retrasos en el proyecto, podría resultar contraproducente y no beneficiosa para el mismo. Es importante encontrar el equilibrio para aplicar la ingeniería de valor de manera efectiva, maximizando las ganancias financieras y evitando pérdidas. El siguiente gráfico muestra cuándo la ingeniería de valor pasa de presentar una ganancia financiera a una pérdida financiera.
Figura 1 – Rentabilidad de la ingeniería de valor a lo largo de un proyecto
Es importante señalar que la ingeniería de valor no es simplemente una reacción instintiva para evitar sobrepasar el presupuesto. El objetivo no es recortar el resultado final, sino maximizar la función al menor costo posible. La ingeniería de valor es una metodología que garantiza que el propietario no pague de más por la calidad cuando existe una opción igualmente efectiva y menos costosa. La calidad del producto es la recompensa máxima. El proceso para aplicar ingeniería de valor a un proyecto es muy completo y sigue una secuencia lógica para optimizar tanto el diseño como los recursos involucrados. A continuación, se describen las etapas claves.
- Recopilación de datos y comprensión del proyecto: es fundamental comenzar por recopilar toda la información relevante sobre el proyecto. Esto incluye entender claramente el concepto del proyecto y cuáles son los objetivos finales del producto o servicio que se busca desarrollar.
- Proposición de soluciones de diseño alternativas: una vez que se tiene una comprensión clara del proyecto, el equipo propone diversas soluciones de diseño alternativas. Esto se logra a través de sesiones de lluvia de ideas y la exploración de diferentes enfoques que puedan cumplir con los requisitos y objetivos establecidos.
- Selección de las mejores opciones: tras la generación de múltiples propuestas, el equipo evalúa cada una de ellas para determinar cuáles tienen el potencial más alto de éxito y cuáles podrían aportar el mayor valor al proyecto. Es importante eliminar las opciones menos viables en esta etapa para enfocar los esfuerzos en las alternativas más prometedoras.
- Evaluación y análisis comparativo: Las alternativas seleccionadas son evaluadas en detalle, comparándolas con la propuesta original y analizando su desempeño potencial a lo largo del ciclo de vida del proyecto. Esta evaluación no solo considera aspectos técnicos y económicos, sino también cómo cada opción cumple con las expectativas y necesidades del propietario del proyecto.
- Incorporación del propietario en la evaluación final: El propietario del proyecto juega un papel crucial en la evaluación final de las alternativas seleccionadas. Es vital asegurar que las soluciones elegidas no solo sean técnicamente viables y rentables, sino también que cumplan con las expectativas y requisitos específicos del propietario, garantizando así que se generará valor a lo largo de toda la vida del proyecto.
- Desarrollo de alternativas: una vez finalizadas las discusiones del equipo en conjunto con el propietario, se desarrollan las alternativas seleccionadas. En este paso, el cronograma del proyecto y los recursos disponibles influirán en las acciones tomadas. El equipo puede crear arreglos, realizar estimaciones de costos y validar las decisiones que impacten en el proyecto. Finalmente, se presentará al propietario las ventajas, desventajas, y los planes de implementación.
En Anddes se han implementado estrategias inteligentes para optimizar proyectos de depósito de relaves mediante talleres de ingeniería de valor. Esta metodología no solo ha resultado en propuestas eficaces que optimizaron los costos de capital (CAPEX) y operativos (OPEX), sino que también ha mejorado la satisfacción del cliente. Por ejemplo, se aplicó la ingeniería de valor a un proyecto de depósito de relaves filtrados y como resultado de las alternativas propuestas, se pudo optimizar el costo directo del CAPEX en 2,5 millones de dólares y el OPEX en alrededor de 5 millones de dólares. Adaptarse creativamente a los cambios del mercado es fundamental para mantener el éxito a largo plazo. La ingeniería de valor se destaca como una herramienta valiosa en este contexto, permitiendo a las empresas optimizar sus procesos y recursos en un mercado dinámico. Esta capacidad para innovar y responder ágilmente a las demandas del mercado podría ser determinante para asegurar el éxito sostenido en el sector minero.