La minería en Latinoamérica representa una importante fuente de desarrollo económico para muchos países. Sin embargo, es fundamental que este crecimiento vaya acompañado de una gestión social responsable capaz de generar un impacto positivo en las comunidades ubicadas en las zonas de influencias de las distintas operaciones mineras.
Tal como se establece en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS4), invertir en una educación de calidad se traduce en la posibilidad de lograr un impacto directo y tangible en el crecimiento económico y social de los países.
Sin duda, la educación desempeña un rol clave y, en ese sentido, las instituciones de educación técnica superior representan una opción viable porque están alineadas a las necesidades del mercado laboral. Por ejemplo, el instituto CETEMIN ha demostrado que, a través de proyectos educativos diseñados a la medida de las necesidades de cada empresa minera y comunidad, es posible promover el desarrollo social de manera sostenible.
Con más de 20 años de experiencia capacitando al sector minero en Perú, CETEMIN ha logrado consolidarse como un referente en la formación técnica especializada. Sus distintos programas de capacitación se enfocan no solo en mejorar las habilidades del personal operativo, sino también en impulsar oportunidades laborales para las poblaciones aledañas a las operaciones mineras.
Este enfoque ha dado resultados palpables, lo que ha llevado a que empresas de otros países latinoamericanos como Hemco Mineros de Nicaragua convoquen a CETEMIN para replicar su modelo. Esto demuestra el gran potencial que tiene exportar este tipo de buenas prácticas a otros mercados.
La educación y formación técnica son claves para generar un círculo virtuoso donde las comunidades se benefician del desarrollo minero de manera sostenible en el tiempo. Promover la colaboración entre actores en esta línea permitirá un crecimiento responsable con inclusión social en toda la región.