Por: César Roberto Torres Chung
Gerente de Minería – Maccaferri América Latina
La minería es una industria clave en muchas economías globales, contribuyendo significativamente al Producto Bruto Interno (PBI) de países ricos en recursos minerales como Perú, Chile, Canadá y Australia. En 2023, la minería representó aproximadamente el 10% del PBI del Perú, con minerales importantes como cobre, oro, zinc, plata y plomo, posicionando al país como uno de los principales productores mundiales de cobre y oro. La minería proporciona empleo directo a más de 200,000 personas en Perú, y genera alrededor de siete empleos indirectos por cada empleo directo, en sectores como transporte, agricultura, energía, servicios y comercio. Además, la minería representa el 60% de las exportaciones del país, con el cobre y el Oro como principales productos de exportación, generando más de 30,000 millones de dólares en ingresos en 2023.
La inversión minera también impulsa el desarrollo de infraestructura en diversas regiones de Perú, mejorando la calidad de vida de las comunidades locales y facilitando otras actividades económicas. Las empresas mineras implementan programas de responsabilidad social corporativa que benefician a las comunidades aledañas con proyectos de educación, salud y desarrollo comunitario.
Sin embargo, la minería enfrenta desafíos en términos de seguridad, sostenibilidad, innovación y protección ambiental. La minería formal y responsable busca operar con altos estándares de seguridad para evitar accidentes y gestionar los riesgos en instalaciones ubicadas en geografías complejas, como fuertes pendientes y montañas. Un entorno de trabajo seguro mejora las condiciones y moral de los trabajadores, reduce el riesgo de accidentes laborales y evita interrupciones en las operaciones mineras que podrían causar pérdidas económicas significativas.
Las condiciones geológicas y geotécnicas, junto con altas precipitaciones, provocan deslizamientos de masas de suelos y rocas en muchas operaciones mineras. Para abordar estos problemas, MACCAFERRI, con más de 140 años de experiencia, ofrece soluciones de estabilización de taludes. Sus sistemas MacRo® (Maccaferri Rockfall Protection) protegen instalaciones mineras de la caída de rocas mediante mallas tejidas a doble torsión, cables de acero, pernos de anclaje y barreras dinámicas. Además, MACCAFERRI emplea muros de contención con gaviones caja y el Sistema Terramesh® System combinado con geomallas de alta resistencia para estabilizar grandes plataformas.
En conclusión, la minería es vital para el desarrollo económico y social en muchas regiones del mundo. La estabilidad de los taludes es crucial para la seguridad y operatividad de los proyectos mineros. Invertir en técnicas y tecnologías adecuadas para la estabilización de taludes protege a los trabajadores y a las comunidades cercanas, asegurando la continuidad y rentabilidad de las operaciones mineras. La gestión efectiva de estos riesgos es esencial para maximizar los beneficios económicos y minimizar los impactos negativos asociados con la minería.