Sacyr aumentó el 6,5% su EBITDA en 2020, hasta alcanzar los 724 millones de euros, en un contexto extremadamente exigente por la crisis mundial provocada por la Covid-19.
La cifra de negocios creció el 9,1%, hasta los 4.548 millones de euros, y la rentabilidad (margen sobre EBITDA) se situó en el 15,9%, ligeramente por debajo (-0,4 p.p.) de la obtenida en 2019.
Estos incrementos reflejan la solidez del modelo de negocio, que tiene su foco en las actividades concesionales con bajo riesgo a la demanda. De hecho, el 78% del EBITDA generado en 2020 procedió de los activos concesionales. Gracias a este foco, la compañía ha limitado el impacto provocado por la pandemia.
El beneficio neto del ejercicio alcanzó los 36 millones de euros, frente a los 298 millones de resultado negativo del año anterior debido a las provisiones contabilizadas en la participada Repsol.
Sacyr ha implementado medidas preventivas frente a la Covid-19 en todos sus centros de trabajo y ha contribuido a paliar los efectos de la pandemia entre los colectivos vulnerables.
Si observamos la evolución de los negocios, el beneficio neto de las operaciones se situó en 181 millones de euros, frente a los 120 millones alcanzados en 2019.
La cartera de ingresos futuros cerró 2020 en 39.185 millones de euros, el 9,1% menos que en 2019 por las desinversiones realizadas durante 2020 y la ralentización de las licitaciones a nivel mundial por la Covid-19.
Durante 2020, Sacyr realizó provisiones adicionales para cubrir el laudo de la Cámara Internacional de Comercio sobre una de las disputas abiertas por la Ampliación del Canal de Panamá.
La reclamación del citado laudo supone solamente el 8,8% del total de las interpuestas por GUPC, el consorcio constructor, y sus socios. Sacyr y GUPC seguirán defendiendo en las distintas instancias internacionales sus argumentos en relación con las reclamaciones justas que está haciendo a ACP.
Sacyr mantiene una posición accionarial del 8% en Repsol, que tiene completamente cubierta mediante estructuras de derivados. Siguiendo un criterio de prudencia, la compañía ha ajustado el valor en libros de Repsol hasta 9 euros por acción.
La deuda neta del grupo se situó a cierre de 2020 en 5.212 millones, frente a los 4.315 millones de 2019. Este aumento se debe a la actividad inversora de la compañía en nuevos proyectos concesionales. La deuda neta con recurso se mantuvo en niveles similares (836 millones frente a 848 millones de 2019), mientras que la asociada a proyectos creció hasta los 4.367 millones.
La compañía continuó con su estrategia de rotación de activos maduros con la desinversión del 95% de la Autovía del Guadalmedina, la venta de nueve plantas energéticas en España y de varios activos de agua en Portugal.
En cuanto a retribución al accionista, Sacyr llevó a cabo a finales de 2020 el reparto de un scrip dividend de una acción por cada 54 títulos, que se suma al abonado en febrero de un título nuevo por cada 46 acciones. La rentabilidad del dividendo de la compañía se sitúa por encima del 4%.
Las previsiones de tesorería del grupo para 2020 muestran disponibilidad de liquidez sin tensiones, dado que una gran parte de la financiación tiene vencimientos en el largo plazo. Junto a la tesorería del grupo, Sacyr dispone de 300 millones de euros de líneas de crédito.
La compañía firmó en julio de este año un contrato de derivados sobre diez millones de acciones propias de Sacyr. Cinco millones con precio de ejercicio inicial de 1,80 €/acc. y vencimiento medio a un año. Y otros cinco millones con precio de ejercicio inicial de 1,80 €/acción y vencimiento medio a dos años. Con esta operación, la compañía demuestra su confianza total en el valor y su evolución futura.
Evolución por áreas de negocio
Concesiones.- Sacyr Concesiones obtuvo una cifra de negocios de 1.381 millones de euros (+23%). La mayoría de los activos están libres del riesgo de demanda y su remuneración se basa fundamentalmente en criterios de disponibilidad.
De la cifra de negocios, 675 millones de euros correspondieron a ingresos concesionales, que aumentaron el 8%, mientras que los ingresos de construcción suben el 42% y alcanzan los 706 millones. El EBITDA alcanzó los 365 millones de euros, el 5% más. Durante el ejercicio se invirtieron 225 millones, alcanzando un capital de 1.161 millones de euros invertidos en concesiones de infraestructuras y agua.
La cartera de ingresos futuros, que se sitúa en 30.895 millones de euros, no incluye aún la adjudicación de la Autopista A3 Nápoles-Salerno (Italia). También están pendientes de entrar en la cartera el Hospital Buin Paine de Chile y la concesión de la Autopista RSC-287 en Brasil.
En 2020, Sacyr Concesiones se adjudicó su primer activo en EEUU: la gestión de los servicios energéticos de la Universidad de Idaho. La compañía tiene 45 activos en operación y 13 en construcción.
Durante el año, ha puesto en funcionamiento la carretera Pirámides-Tulancingo-Pachuca y el Hospital de Tláhuac, ambos en México. Además, ha registrado avances significativos en el desarrollo de todos sus activos, como la autopista Pedemontana-Veneta en Italia (86%); Autopista al Mar 1 de Colombia (83%); Américo Vespucio Oriente de Chile (61%) o Puerta de Hierro – Cruz del Viso de Colombia (100%).
Ingeniería e Infraestructuras.- La cifra de negocios de esta división alcanzó los 2.612 millones de euros, el 12% más que en 2019. El EBITDA creció el 12%, hasta 291 millones de euros, y el margen de EBITDA se mantuvo en el 11,1%. Los resultados recogen la integración en 2020 de Sacyr Industrial en Sacyr Ingeniería e Infraestructuras. Esta simplificación de la estructura conlleva mayores sinergias.
La cartera de esta división alcanzó los 5.622 millones de euros, lo que representa 29 meses de actividad. Alrededor del 50% corresponde a trabajos para Sacyr Concesiones.
En febrero de 2021, se cerró la venta de las actividades de construcción en África, con lo que se reduce el riesgo en esa actividad en países considerados no estratégicos para seguir concentrando los esfuerzos en países home market y en el foco concesional.
Servicios.- La cifra de negocios de esta división se contrajo el 3%, hasta los 992 millones de euros. El EBITDA alcanzó los 89 millones de euros (-3%) y el margen de EBITDA se mantiene en el 8,9%, en línea con el de 2020.
La cartera de Servicios se situó en 2.668 millones de euros, con la incorporación de nuevos contratos.