Flow Valve es una compañía con más de 20 años de experiencia, especializada en el suministro de automatización para el control de fluidos y sistemas de protección contra explosiones. Wey Valve es una de sus líneas importantes de válvulas de cuchilla, la cual se encuentra presente en una variedad extremadamente amplia de industrias, entregando rendimiento y confiabilidad en los procesos industriales. El diseño de Wey está enfocado exclusivamente en garantizar un sello completamente hermético sin fugas al ambiente o en la línea. Wey es verdaderamente una válvula “100% Cero Fugas” y su performance y confianza está demostrado. Las válvulas de alto rendimiento son su especialidad. Gracias a décadas de experiencia en ingeniería y producción interna con una excelente experiencia en fabricación, Wey ofrece una amplia gama de productos para aplicaciones exigentes. Wey no piensa en términos de productos prefabricados; en cambio, siempre busca la mejor solución posible para su aplicación. Porque no está completamente satisfecho a menos que el cliente lo esté. Wey está presente en la mayoría de las industrias del país como:
- Minería
- Tratamiento de agua
- Industria de pulpa y papel
- Generación de energía
- Infraestructura
- Industria de alimento y bebidas
- Producción de Oil & Gas
- Industria de Química y Petroquímica
- Industria del cemento
Uno de los medios bombeados más difíciles de manejar en la minería es el lodo abrasivo. A menudo contiene productos químicos tóxicos que son extremadamente peligrosos para las personas y el medio ambiente. Tiene un efecto similar al papel de lija y se mueve a gran velocidad. Este lodo se transporta a través de varios pasos del proceso, antes de ser finalmente almacenado en estanques de relaves. Por lo tanto, las válvulas de guillotina utilizadas en estas aplicaciones deben permanecer absolutamente herméticas, incluso en condiciones extremas, sin interrupción en ninguna dirección y con un largo ciclo de vida operativo. Esto se debe a que los intervalos entre mantenimientos son muy largos, un desafío que Wey acepta con gusto y que cumple con creces.
