«China está dispuesta a trabajar con Perú; el puerto de Chancay es un punto de partida para forjar un nuevo corredor terrestre marino entre China y América Latina y conectar la ruta marítima de la seda del siglo XXI», afirmó el presidente chino.
Día transcendental en la historia económica y comercial del Perú. Con el lema De Chancay a Shanghái, se inauguró el Terminal Portuario Multipropósito de Chancay, ubicado en Huaral, en el marco de la Semana de Líderes Económicos del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).
El megapuerto más importante de Sudamérica no solo beneficiará a los productores locales, sino también atraerá inversiones extranjeras y generará empleos, marcando un nuevo capítulo en el desarrollo del país.
La presidenta de Perú, Dina Boluarte, el presidente de la República Popular China, Xi Jinping, el ministro de Transportes y Comunicaciones, Raúl Pérez Reyes, participaron en la ceremonia desde Palacio de Gobierno enlazados con el puerto de Chancay.
“La inauguración del Puerto de Chancay marca un hito en la infraestructura portuaria de nuestro país y simboliza la fuerza de la cooperación internacional en el desarrollo económico. Representa un paso gigante hacia la modernización de nuestra infraestructura logística y el fortalecimiento de nuestra posición como hub comercial en la región del Pacífico Sur”, expresó el ministro Pérez Reyes.
Esta obra, ejecutada por la empresa china Cosco Shipping, representa una inversión significativa y está diseñado para ser un punto estratégico en la conexión entre Sudamérica y Asia. También generará miles de empleos directos e indirectos, impulsando el desarrollo económico de la región y del país en su conjunto.
El megapuerto de Chancay, que cuenta con tecnología 5G, se proyecta como un hub logístico crucial en la región, capaz de competir con rutas establecidas como las del canal de Panamá.
Inicio de operaciones
Con el inicio de operaciones, los productores peruanos exportarán sus productos a través del océano Pacífico, reduciendo los costos y tiempos de envío. Se estima que el tiempo de transporte hacia Asia se reducirá en 10 días, pasando de 35 a 25 días, lo que mejorará la competitividad de los productos peruanos en el mercado asiático.
Esto no solo beneficiará a los exportadores, sino también facilitará el acceso a bienes importados a precios más competitivos para los consumidores locales.
Se espera que el megapuerto genere un impacto económico significativo, con proyecciones que sugieren un aumento del 1.8% del PIB del país, lo que se traduce en aproximadamente US$ 4500 millones anuales. Además, se anticipa la creación de más de 7 mil empleos, lo que impulsará sectores como la pesca, la manufactura y el comercio exterior.
La primera etapa del puerto ha demandado una inversión superior a los US$ 1400 millones, cuenta con cuatro muelles (con una longitud total de 1500 m), 27 grúas especializadas y 40 vehículos autónomos, además de una capacidad para recibir los buques más grandes del mundo con carga completa.
Asimismo, tiene un hondo de 17,8 metros, permitiendo la operación de los buques más grandes del mundo.
Apuesta ambiciosa
El megapuerto de Chancay se convierte en el nuevo corredor marítimo entre Asia y América Latina, en una de las apuestas más ambiciosas de Pekin en la región.
El presidente de China, Xi Jinping, que llegó a Lima para la cumbre del APEC en una ofensiva diplomática en América Latina, afirmó durante una reunión con la presidenta peruana Dina Boluarte que la puesta en marcha del megapuerto es una señal «exitosa» de cooperación con el Gobierno de Perú bajo el plan global chino de la Franja y la Ruta.
«China está dispuesta a trabajar con la parte peruana para tomar el puerto de Chancay como punto de partida para forjar un nuevo corredor terrestre marino entre China y América Latina y conectar el gran camino Inca y la ruta marítima de la seda del siglo XXI», afirmó Xi en el Palacio de Gobierno de Lima.
El mandatario chino y Boluarte inauguraron de forma virtual desde Palacio de Gobierno de Lima el megapuerto de Chancay, ubicado a 80 kilómetros al norte de la capital.
El inicio del megapuerto se producirá en medio de preocupaciones sobre futuros aranceles de una Casa Blanca que será liderada desde enero por el republicano Donald Trump, quien asumirá la presidencia por segunda vez en menos de una década.