Las fuentes renovables no se vieron afectadas por la pandemia en 2020, con un crecimiento del 2,5% en Brasil y del 3,4% a nivel mundial.
La demanda total de energía de Brasil en 2020 cayó 2.2%, siendo los combustibles fósiles los más afectados por el COVID-19, especialmente en el sector del transporte aéreo y vehículos ligeros.
En este contexto, las emisiones de dióxido de carbono (CO2) cayeron de 405 millones de toneladas (Mt) en 2019 a 383 Mt en 2020, mostrando una caída del 5.5%.
Además, la cantidad de emisiones en 2020 estuvo un 21% por debajo del indicador de 2014. Así informó el Ministerio de Minería y Energía (MME).
Las emisiones récord de CO2 por uso de energía se dieron en 2014, cuando alcanzaron los 485 Mt, debido a una fuerte demanda de combustibles fósiles.
Esto ocurrió para la generación termoeléctrica, como consecuencia de la escasez de lluvias combinada con la alta demanda energética.
A nivel mundial, la Agencia Internacional de Energía estima una reducción de las emisiones de CO2 de alrededor de 2.000 Mt, con valores totales que caen de 33,400 Mt en 2019 a 31,400 Mt en 2020 (una disminución del 6%).
El Bloque de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) tuvo una caída cercana al 10% y el Bloque No OCDE tuvo una caída de poco más del 3%.
Todo ello en un contexto de caída del 3,8% en la demanda mundial de energía, en el que los combustibles fósiles también fueron los más afectados por la pandemia.
Fuentes renovables
Las fuentes renovables prácticamente no se vieron afectadas por la pandemia en 2020.
Los datos preliminares muestran un crecimiento del 2.5% en Brasil y del 3.4% en el mundo, impulsado principalmente por las altas tasas de crecimiento de la energía eólica y solar.
Expansión mundial de más de 200 GW de energía eólica y solar en 2020, según la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA).
Las relaciones entre las emisiones de CO2 y las demandas de energía muestran importantes ventajas para Brasil en relación con el mundo.
Mientras que el país emite 1.33 tCO2/tep de demanda de energía, el Bloque OCDE emite 2.12 y el mundo 2.27. Si el mundo tuviera el mismo indicador que Brasil, las emisiones globales de CO2, debido a la energía, se reducirían en un 40%.
