ECONOMÍA. Perú cae 19 posiciones en el Índice de Competitividad del 2008 al 2016.
El WCI (World Competitiveness Index) del IMD de Lausana – Suiza, ubica hoy al Perú, al igual que el año pasado, en el puesto 54 de 61 países analizados. Con este resultado, el Perú registra una caída de 19 posiciones desde el 2008 cuando se ubicó en la posición 35 de 55 países. Así dio a conocer CENTRUM Católica a través del Ranking de Competitividad Mundial 2016.
De acuerdo al director de CENTRUM Católica, “las acciones orientadas a mejorar la competitividad nacional tanto del sector público como privado no han sido suficientes para incrementar el nivel competitivo del país. Seguimos invirtiendo menos en infraestructura que los países con los que competimos”, comentó.
“El marco para hacer negocio sigue sin promover la inversión; el rol del Estado cada vez más lejos del ideal para promover la competitividad y la dependencia del contexto externo que le añade más incertidumbre a la que se soporta en un año electoral”, señaló.
El ranking muestra que hubo avances en educación y salud; sin embargo siguen siendo insuficientes para mostrar un cambio significativo. En muchos aspectos, el Perú está creciendo, lo que ha conseguido frenar el continuo decrecimiento en el que se encontraba desde el 2008.
Según Fernando D´Alessio, en este ranking se incluyen históricamente tan solo 60 países (desde 2015 son 61), que son los países considerados los más importantes por el impacto que causan en la economía a nivel mundial; el Perú ingresó en el año 2008, gracias a la alianza estratégica entre ambas escuelas de negocios.
El IMD World Competitive Yearbook (WYC), es un informe anual reconocido de Competitividad de diferentes países del mundo realizado por el prestigioso IMD de Lausana, el cual mide cómo una economía gestiona la totalidad de sus recursos y competencias, para evaluar su productividad a fin de incrementar el bienestar de su población. Es una señal muy clara al país de como hace las cosas en bien de su población.
Sobre el ranking
Este ranking basa su medición en cuatro pilares: (a) El desempeño económico (Referido a la evaluación macroeconómica de la economía local); (b) la Eficiencia Gubernamental (Asociada al grado en que la política gubernamental facilita la competitividad); (c) la Eficiencia en los Negocios (Referida al grado en que el contexto nacional alienta a las empresas a desempeñarse de una manera innovadora, rentable y responsable); y la (d) Infraestructura (Entendida como el grado en que los recursos básicos, tecnológicos, científicos y humanos satisfacen las necesidades de los negocios).
En la última década, es indiscutible que el Perú ha demostrado un gran desempeño para lograr estabilidad macroeconómica, que le permitió afrontar las crisis internacionales sin generar un gran impacto a la economía, en comparación con otros países de la región y del mundo. No obstante, dicha estabilidad macroeconómica cumple solo con las condiciones iniciales para incentivar mejoras de productividad a largo plazo, que permitan reflejarse en mayor bienestar para la población. Este año seguimos en la posición 50 en el pilar Economía, pero no olvidemos que el año 2008 llegamos a estar en la posición 14. Sencillamente hay que considerar que los fundamentos económicos, en el mejor de los casos, serán igual al promedio de la región. Difícil será volver a crecer 9.8% como se logró en 2008. Los tiempos en materia económica han cambiado radicalmente.
Otro pilar crítico es Infraestructura, en el que Perú figura en la posición 59, mientras que el año pasado se ubicó en la posición 60. A pesar de la ligera mejora, seguimos en el fondo de la tabla considerando que la muestra de 61 países analizados fue la misma que la del año pasado. A nivel de factores se revela los verdaderos problemas que podría estar escondiendo el resultado general:
(a) En infraestructura básica se retrocedió cinco posiciones hasta la posición 58.
(b) En infraestructura tecnológica se mantuvo la misma posición, 60.
(c) En infraestructura científica se avanza una posición hasta 59.
(d) En infraestructura para la salud y medio ambiente se retrocede una posición llegando al puesto 49.
(e) En infraestructura para la educación se avanza una posición hasta 58.
El mensaje es claro: hay que invertir en infraestructura. El miedo al despilfarro de los recursos escasos debe promover un fortalecimiento de la Contraloría pero nunca un freno al desarrollo sostenido o a lo único que nos permitirá salir del fondo: más y mejor infraestructura, pública y privada, básica y científica, con una visión de largo plazo que frene los intereses políticos que caducan cada cinco años e impiden una verdadera transformación del país.
El pilar Gobierno es donde se revela un descalabro que felizmente fue amortiguado por los retrocesos de otros países, permitiendo mantener la misma posición en el ranking general. En el pilar Gobierno nos ubicamos en la posición 41, habiendo registrado la posición 37 el año pasado y la 27 el año 2012 (Nuestra mejor posición). A pesar de seguir siendo el pilar mejor ubicado, este año aparece en el tercio inferior de la tabla, junto con los otros pilares.
Una de las razones de la caída es el deterioro relativo de las finanzas públicas, de la posición 11 del año pasado a la posición 22 este año. También cayó el Marco Social, que es un aspecto sobre lo que se debate, regula, legisla con abrumadora proactividad, pero que en el último ranking cae de la posición 56 a la 58, de un total de 61 países. Este es realmente uno de nuestros principales retos. En el Marco Social se evalúa los temas de justicia, inclusión, estabilidad política, equidad y oportunidades.
La eficiencia en los negocios de Perú es otro de los pilares que se mantuvo en este ranking 2016 en la posición 50, aunque si se comparan los últimos cinco años, este ha caído en 10 posiciones. Entre las variables que más influyeron al descenso se encuentran: menor productividad y eficiencia en los negocios (55), mercado laboral (47) y finanzas (48).