Al iniciarse este lunes 01 de julio el segundo semestre del año fiscal 2019, una revisión del ranking Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) muestra los gobiernos regionales que lideran la ejecución de inversión pública 2019, de acuerdo a la información recogida por la Universidad Continental.
De acuerdo a dicha información el avance es el siguiente:
- Ucayali con 54.1%
- Lambayeque (31.3%)
- Loreto (28.6%)
- Ancash (24.2%)
- Tacna (23.9%)
- Puno (22.8%)
Anthony Moreno, docente de la Escuela de Posgrado de la Universidad Continental que analiza las cifras, detalla que casos como los de Ucayali, Lambayeque y Loreto se explican, sobre todo, por la ejecución de uno o dos proyectos.
“El 50% de la ejecución de Ucayali es explicado por el Hospital Regional de Pucallpa y la Carretera Neshuya-Curimana; en Lambayeque, que ocupa el segundo lugar, el 60% de su ejecución se debe al pago de la concesión Túnel Trasandino y Presa Limón (ni siquiera se trata de un proyecto); y, en el caso de Loreto, sólo el Hospital de Iquitos es el 42% de su ejecución”, sostiene.
Sin embargo, sostiene que existen otros casos donde la ejecución obedece a la gestión de una cartera más amplia, como por ejemplo Puno.
“El balance de ´Los 100 primeros días de gestión´ arrojó que el Gobierno Regional de Puno ejecutó casi 400% más que sus montos históricos debido, entre otras razones, a la aplicación de un modelo de seguimiento tipo delivery unit (unidad de cumplimiento)”, indicó.
A estas primeras regiones, le siguen:
Ica con 22.7%
Madre de Dios (22.7%)
Arequipa (22.4%)
San Martín (21.7%)
Apurímac (20.7%)
Pasco (20.6%)
Cusco (18.7)
Huánuco (17.8%)
Piura (16.2%)
Cajamarca (15.5%)
Tumbes (14.5%)
Junín (14.3%)
Lima (12.6%)
La Libertad (12.6%)
Amazonas (12.5%)
Moquegua (12.4%)
Ayacucho (11.8%)
Huancavelica (8.8%)
MML (8.0%)
Callao (6.1%)
El docente de detalla las principales razones de un bajo % de ejecución, como es una mala programación presupuestal, que pasa cuando la anterior gestión programa más recursos de los realmente “ejecutables”.
De la misma manera, las limitaciones establecidas por el MEF para realizar modificaciones presupuestarias; la pobrísima calidad de expedientes técnicos que impiden continuar con la ejecución; retrasos en la formulación de requerimientos; la obtención de licencias, permisos y autorizaciones; la poca capacidad logística; entre otros.
“Que una entidad pública haya afinado tanto su maquinaria administrativa-técnica-política que haga efectivo un ‘pago’ de manera correcta y oportuna, es una gran cosa. La ejecución financiera, no es el indicador perfecto, pero tampoco debe menospreciarse. Menos si son poquísimas las entidades que lo han conseguido”, finalizó.
*foto referencial
(BQO)