De acuerdo a un último informe de perspectivas de Wood Mackenzie, el 2021 será un año decisivo para la industria del gas y el GNL. En esa línea, Massimo Di Odoardo, Vicepresidente de Wood Mackenzie, dijo que «los responsables políticos tendrán que proporcionar claridad en los planes de descarbonización, incluyendo cómo ven el papel del gas natural, siguiendo las promesas de lograr la neutralidad climática”. Por lo tanto, los actores del gas tendrán que mostrar compromisos para descarbonizar el gas natural, incluso a través de la captura, utilización y almacenamiento de carbono y el hidrógeno azul.
“La descarbonización del gas natural se convertirá en una prioridad estratégica para la industria del gas”, agregó Odoardo, quien también precisó que el Wood Mackenzie identificó cinco temas que afectarían a la industria este año: las políticas asiáticas y europeas para apoyar la demanda de gas a medio plazo, los proyectos de CCUS a gran escala e hidrógeno azul en Europa podrían tomar FID en 2022, los anuncios de Biden sobre carbono neto cero, los precios 2021: TTF a un promedio de US $ 5.6 / mmbtu y promedio spot de GNL asiático a US $ 7.6 / mmbtu, y la firma de contrato a largo plazo para depender de la resolución de Qatar de seguir adelante con North Field East.
Respecto a la primera, anota que la aceleración en el cambio de carbón a gas es un tema clave a observar en Asia, ya que el carbón representa más del 50% de la combinación energética de la región. En Europa, retiros adicionales de plantas de carbón en Alemania y Polonia podrían apoyar una mayor utilización de gas a mediano plazo, similar a lo que está sucediendo en otros países europeos. Además, políticas firmes en apoyo de CCUS, así como del hidrógeno azul, respaldarían la demanda de gas en sectores difíciles de descarbonizar.
Sobre los anuncios de Biden, el informe señala que durante su campaña presidencial anunció una ambiciosa ‘revolución de energía limpia’ de 2 billones de dólares que busca acelerar la transición energética de EE. UU., Lo que incluye establecer un objetivo de emisión neta de carbono cero en el sector eléctrico para 2035 y declarar un regreso de EE. UU. al Acuerdo Climático de París. En ese sentido, Di Ordoardo dijo: “Si se implementan, estas políticas podrían tener efectos a largo plazo en el panorama energético de Estados Unidos. Anticipamos que la generación de energía sin carbono alcanzará el 58% para 2035, respaldada por una fuerte penetración de la energía eólica y solar. Pero con el aumento de la generación a gas al 36%, o 32 mil millones de pies cúbicos por día, quedaría una brecha significativa hacia el objetivo de cero neto.