Petroperú este mes implementó drones de vigilancia en adición a las patrullas terrestres. Además, cuentan con el apoyo de algunos grupos de las comunidades para la alerta temprana en caso encuentren una fuga.
Con 1,016 kilómetros de extensión, una de las obras más importante para la industria de hidrocarburos, el Oleoducto Norperuano (ONP) se ha convertido en blanco de actos delictivos que causan derrames del crudo. Así lo advirtió el gerente corporativo de operaciones de la empresa estatal Petroperú, Óscar Vera Gargurevich.
El ejecutivo, en diálogo con la Agencia Andina, contó que se realizaron intervenciones inescrupulosas que dañan el ducto de hidrocarburos, y para ello utilizaron herramientas cortantes que generan una fuga que constituye un derrame de combustible.
Lamentó que «estos se producen desde el 2014. En el presente mes se produjo el primer ataque de este tipo, el anterior fue en diciembre del 2021. Es muy preocupante, porque significa daño al ambiente y sus efectos en las poblaciones aledañas».
Según el tipo de contingencia producida, explicó, el daño puede ser mayor o menor.
«Tenemos registrados los últimos 22 cortes, que nos generaron alrededor de 300 millones de soles en gastos. Nosotros pagamos a los que nos apoyan y a las empresas en la contención, disposición del crudo y remediación. El gasto es cuantioso», dijo.
Vera aseveró que «el oleoducto es un activo crítico del Estado, que nos permite traer el crudo de las compañías que producen en la selva, empresas que al operar pagan sus impuestos, canon y generan ingresos a las regiones en la cual se ubican. A nosotros solo nos costean el transporte».
«Estas roturas causan grandes gastos y afectan tanto a Petroperú como al país. Por un lado, está el costo para atender el derrame, y por otro, el daño que puede ocasionar a las personas y sembríos que están cerca del ducto», acotó.
Proyecto de modernización del oleoducto
El gerente corporativo de operaciones de Petroperú señaló que los materiales empleados en la construcción del oleoducto brindan una garantía de uso de no menos de 100 años. Así, «lo que constituye modernización; para nosotros es el cambio de válvulas manuales en los puntos previos a las quebradas y sitios donde se puede romper el tubo, por válvulas automáticas de tecnología moderna».
Eso, aseguró, «se realizó, se cumplió con instalar llaves que nos permiten, una vez identificado una fuga, rápidamente cerrar y bloquear la línea y minimizar la pérdida del producto».
«Este cambio demandó una inversión significativa y prácticamente se cumplió. Alrededor de 21 válvulas nos permiten una respuesta más rápida cuando se produce cortes en algún tramo», refirió.
Sobre la respuesta de la estatal ante estos sabotajes, Vera mencionó que «tenemos nuestros protocolos establecidos».
«En el oleoducto implementamos sistemas de inspección a automatizados, inclusive, este mes se implementaron drones de vigilancia en adición a las patrullas terrestres con que contamos. También apoyan algunos grupos de las comunidades en la alerta temprana en caso encuentren una fuga», detalló.
Cifras del ONP
La construcción del Oleoducto Norperuano con 1,106 kilómetros de longitud demandó solo dos años. El 24 de mayo de 1977 llegó la primera entrega del crudo al Terminal de Bayóvar.
Desde el 2014 al 2021 Petroperú gastó 690 millones de soles en reparación de la tubería, limpieza, remediación ambiental, disposición final de residuos, gestión social, apoyo logístico, monitoreo, entre otros.
Del monto indicado, 308 millones corresponden a intervenciones para subsanar contingencias realizadas por terceros, 356 millones a causa del fenómeno geodinámico y 26.8 millones por aspectos técnicos.