Los precios llegaron a subir hasta 4 dólares, pero cedieron parte de las ganancias después de que el presidente de EEUU dijera que está resuelto a bajar los precios de la energía.
Reuters.- Los precios del petróleo subieron casi un 3% el lunes, después de que la OPEP+ acordó un pequeño recorte en la producción para impulsar unos precios que han caído por temor a una desaceleración económica.
Los productores petroleros reducirán su bombeo en 100.000 barriles por día (bpd), lo que representa solo el 0,1% de la demanda mundial, para octubre y también acordaron que podrían reunirse en cualquier momento para ajustar la producción antes de la próxima reunión programada para el 5 de octubre.
Los precios llegaron a subir hasta 4 dólares, pero cedieron parte de las ganancias después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijera que está resuelto a bajar los precios de la energía.
Los futuros del crudo Brent avanzaron 2,72 dólares, o un 2,92%, a 95,74 dólares por barril, tras subir un 0,7% el viernes.
El West Texas Intermediate en Estados Unidos ganó 2,31 dólares, o un 2,7%, a 89,18 dólares, después de mejorar un 0,3% en la sesión anterior. Los mercados estadounidenses estarán cerrados el lunes por ser día festivo.
«Es más que nada el mensaje simbólico que el grupo quiere enviar a los mercados», dijo el analista de Oanda Craig Erlam, añadiendo que el aumento de 100.000 bpd del mes pasado por parte de la OPEP+ no fue visto como algo importante.
«Lo que hemos visto en los mercados ha sido probablemente la fijación de precios en el peor de los casos», agregó.
El viceprimer ministro ruso, Alexander Novak, dijo que las expectativas de un menor crecimiento económico mundial estaban detrás de la decisión de Moscú y sus aliados de la OPEP de reducir la producción de petróleo.
Los precios del crudo han caído en los últimos tres meses desde los máximos de varios años alcanzados en marzo, presionados por la preocupación de que las subidas de las tasas de interés y las restricciones por el COVID-19 en algunas partes de China puedan desacelerar el crecimiento económico mundial y mermar la demanda petrolera.
Por otra parte, las conversaciones para reactivar el acuerdo nuclear de 2015 entre Occidente e Irán, que podría suponer un aumento de la oferta gracias a la reincorporación del crudo iraní al mercado, se han topado con nuevos obstáculos.