Por el cierre del oleoducto Nor Peruano, en setiembre, se habría extraído 12% menos crudo que en agosto.
Son 7 meses en los que el Oleoducto Nor Peruano está paralizado por los incesantes ataques a su infraestructura, a lo cual ahora se empieza a reflejar en una caída de la producción de petroleo. Es así que esta situación obliga al país a importar más volumen de crudo y combustible, a un mayor costo para satisfacer la demanda local.
De acuerdo a las cifras preliminares de Perupetro, en su reporte al 30 de setiembre, la producción petrolera nacional habría alcanzado los 37,691 barriles en promedio diario (bpd), volumen 12% menor al extraído en agosto. Esto implica una disminución de 8.71% frente a setiembre del 2021.
Si se confirman esas cifras, se trataría, además, de la mayor caída en la explotación de petróleo en seis meses, luego de que la extracción se contrajera a solo 28,976 barriles en promedio diario en marzo pasado, para posteriormente empezar a recuperarse y superar los 40,000 barriles en promedio diario (bpd) en forma sucesiva en los últimos meses.
La demanda actual nacional de combustibles supera los 250,000 barriles diarios, sin embargo, estos números no pueden ser cubiertos por la producción local, así que -en su mayor parte- se importa, a un costo mayor.
Fuentes de Perupetro confirmaron que ante el cierre del Oleoducto Nor Peruano, el Lote 95, que se ubica en esa región amazónica, tuvo que cerrar algunos pozos, al no poder transportar todo el volumen de crudo que extrae de ese yacimiento, por barcazas a través de Brasil.
Producción a la baja
Aunque Petroperú (que es operador del oleoducto) había previsto semanas atrás que reanudaría en octubre el transporte de petróleo por esa tubería, ahora la empresa informó al diario Gestión que los nuevos atentados que sufrió el ducto afectaron el cronogramapor lo cual aún no hay una fecha exacta para que vuelva a operar.
Para el expresidente de Petroperú, César Gutiérrez, hoy ya resulta difícil volver a reanudar el bombeo de crudo por dicha tubería, de más de 1,100 kilómetros. Esto debido a que se generó un incentivo perverso al contratar a comuneros de la zona por donde discurre el ducto para que realicen la limpieza del mismo ante derrames de petróleo.
“Se creó un incentivo económico para atacar el oleoducto al generarse un ingreso para la limpieza de petróleo, y empezarse a pagar salarios que son más altos que los de los trabajadores de Construcción Civil en Lima; eso es un incentivo perverso”
César Gutiérrez, expresidente de Petroperú.
Enfatizó que esa situación seguirá afectando la producción del Lote 95, pues parte de su petróleo se transportaba por uno de los tramos del oleoducto hasta el puerto de Bayovar, en el norte del país, pero hoy lo transporta en barcazas a través de Manaos (Brasil).
Posibles lotes afectados
Ante este contexto, según Gutiérrez, también se hace inviable el objetivo del Gobierno, el cual es reactivar la producción de petróleo del Lote 192, el cual está paralizado al fía de hoy, cuando ese yacimiento pase a manos de Petroperú.
Para fines de setiembre de este año, la compañía estatal esperaba firmar el contrato con Perupetro para poder asumir la operación del Lote 192, luego de que el Gobierno dictara un decreto supremo que autoriza a la citada agencia estatal a suscribir tal acuerdo contractual, semanas atrás.
Sin embargo, Gutiérrez ve difícil que esa reactivación del Lote 192 se cumpla, ya que estima que, ante el deterioro que han sufrido las instalaciones de ese yacimiento (por su paralización desde marzo del 2020), se requeriría una inversión de al menos US$500 millones para volver a poner operativos sus equipos y sus sistemas de extracción del hidrocarburo, recursos que no tiene esa empresa.
Perenco en riesgo
La producción petrolera también podría verse afectada por el riesgo que ha surgido de que la empresa Perenco podría devolcer al estado la operación de los Lotes 39 y 67. Esto podría darse por dos factores: La declaratoria de zona reservada en su ámbito de operación el Loreto, y el segundo por un desacuerdo entre la empresa y las comunidades nativas en su zona de influencia.
Aúnque Perupetro no ha recibido ninguna comunicación oficial de Perenco hasta este último fin de semana – respecto a su continuación de operaciones en esos dos lotes- está circulando un acta firmada por funcionarios de esa agencia estatal, la mencionada empresa y comunidades nativas, en la que la compañia expresaría su decisión de ya no seguir operando esos yacimientos.
En el supuesto documento, la empresa expresaría su negativaa un pedido de las comunidades nativas, la cuales están asentadas en la zona de influencia de esos lotes, para que la misma les entregue el 2.5% del valor de su producción fiscalizada, a cambio de que le permitan seguir operando.