Durante 2022, el Oleoducto Caño Limón-Coveñas, con capacidad para transportar hasta 210.000 barriles diarios de crudo, fue blanco de 13 ataques, algunos de los cuales provocaron incendios y contaminación de ríos y quebradas.
Reuters.- El oleoducto colombiano Caño Limón-Coveñas fue blanco de un nuevo ataque con explosivos prolongando la suspensión del bombeo de crudo entre los campos de producción del noreste del país y un puerto del Caribe desde donde se exporta, informó Cenit, la filial de Ecopetrol dedicada al transporte de hidrocarburos.
El más reciente atentado, el noveno en lo que va del año, se registró el jueves en zona rural del municipio de Saravena, en el departamento de Arauca, obligando a activar el plan de emergencia y contingencia para controlar el derrame de crudo y la contaminación ambiental, reportó Cenit.
«La compañía hace un llamado a la comunidad de este sector para que se abstenga de acercarse al sitio del incidente, hasta tanto culminen las labores de evaluación, reparación, limpieza y recolección a que haya a lugar», dijo la filial de Ecopetrol en un comunicado el jueves en la noche.
Tropas del Ejército desarrollan operaciones de aseguramiento para facilitar el ingreso del personal encargado de la reparación, reportó la empresa encargada del oleoducto.
El bombeo de petróleo por el oleoducto estaba detenido desde el 14 de abril por otro ataque, reveló un portavoz Cenit, quien explicó que la reanudación dependerá de que las Fuerzas Militares aseguren la zona en donde se registraron los atentados y se concluyan los arreglos.
La filial de Ecopetrol no atribuyó el ataque a ninguna organización, pero según las Fuerzas Militares en la zona tienen presencia guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y disidencias de las FARC que se apartaron de un acuerdo de paz firmado en 2016 para poner fin a un conflicto armado de más de medio siglo que ha dejado 450.000 muertos.
Durante 2022 el Oleoducto Caño Limón-Coveñas, de 773 kilómetros de longitud y con capacidad para transportar hasta 210.000 barriles diarios de crudo, fue blanco de 13 ataques, algunos de los cuales provocaron incendios y contaminación de ríos y quebradas, según estadísticas de Cenit.
Inmediatamente no fue posible obtener información de las empresas SierraCol Energy y Parex sobre el impacto del ataque en la producción de crudo en los campos del departamento de Arauca, una prospera zona agrícola y ganadera en la frontera con Venezuela afectada por la violencia del conflicto armado de casi seis décadas que ha dejado 450.000 muertos.