Bulgaria ha conseguido una exención de dos años de la prohibición de la Unión Europea de importar crudo ruso, impuesta a raíz de la invasión de Ucrania.
Reuters.- Bulgaria quiere reactivar un proyecto de oleoducto transbalcánico para garantizar el suministro de crudo no ruso a su única refinería del mar Negro, controlada por la rusa Lukoil, declaró el martes el presidente búlgaro, Rumen Radev.
Sofía mantiene conversaciones con la vecina Grecia para construir un oleoducto de 300 km que transporte crudo desde el puerto griego de Alexandroupolis, en el mar Egeo, hasta el puerto búlgaro de Burgas, en el mar Negro, según Radev.
Bulgaria ha conseguido una exención de dos años de la prohibición de la Unión Europea de importar crudo ruso, impuesta a raíz de la invasión de Ucrania.
Sin embargo, el país necesita asegurarse suficiente crudo no ruso para mantener en funcionamiento su refinería del mar Negro, con una capacidad de 196.000 barriles diarios, una vez finalice la exención del crudo ruso en 2024, según representantes del Gobierno búlgaro. La refinería suministra más del 75% de los combustibles para el mercado local.
En 2011, Bulgaria abandonó por motivos económicos y medioambientales el proyecto de oleoducto, que entonces pretendía bombear hasta 50 millones de toneladas de crudo ruso al año a través de su territorio hasta Grecia. Su coste estimado entonces era de 1.000 millones de euros (1.080 millones de dólares).
«Hemos acordado con el primer ministro griego y con la presidenta griega reanudar de la manera más rápida posible el proyecto Burgas-Alexandroupolis, pero esta vez los suministros deben fluir de Alexandroupolis a Burgas», declaró Radev en un foro energético.
El suministro de crudo no ruso a la refinería búlgara del mar Negro podría complicarse debido a la congestión del estrecho del Bósforo, lo que convierte el proyecto de un oleoducto con Grecia en una opción atractiva y más rentable, según las autoridades.