El proyecto le permitirá a la Compañía Minera Doña Inés de Collahuasi sustentar su operación durante los próximos 20 años.
La construcción del espesador más grande del mundo, que tiene 124 m de diámetro y alta pendiente, fue desarrollada en forma conjunta por AVA Montajes y Hatch Chile y transcurrió íntegramente durante el periodo del estallido social y la pandemia. Ambas situaciones requirieron un esfuerzo mayor del equipo para lograr el éxito del proyecto.
El proyecto consistió en un contrato EPC, desarrollando la parte final de la ingeniería de detalles iniciada por un tercero, las adquisiciones, la construcción y puesta en marcha del tercer espesador de alta tasa HRT 4001 (High Rate Thickener) de la planta Ujina propiedad de Compañía Minera Doña Inés de Collahuasi.
Los trabajos incluyeron las instalaciones y servicios auxiliares y tuvieron por objetivo alcanzar el nivel de desempeño señalado en los exigentes criterios de diseño establecidos por el cliente.
Los 23 meses de desarrollo de este contrato EPC, suscrito por AVA y Compañía Minera Doña Inés de Collahuasi (CMDIC), transcurrieron no solo durante el periodo de pandemia sino también después del estallido social que tuvo lugar en Chile en octubre de 2019, circunstancias que plantearon serios problemas logísticos en la ejecución del proyecto.
El abastecimiento de equipos claves para la concreción de los trabajos se complicó y ralentizó, lo que exigió esfuerzos extraordinarios por parte de los equipos multidisciplinarios de AVA, Hatch y el cliente, para lograr cumplir con los distintos hitos del programa.
Desafíos complejos
Estas complejidades se sumaron a las que ya eran inherentes a un proyecto de esta envergadura, que además implicaba realizar la ingeniería sobre la base de una previa iniciada por un tercero en un plazo muy exigente.
Esto significó que la ingeniería debió desarrollarse en estrecha coordinación con las obras de construcción y la fabricación de los equipos principales. Aun así, la puesta en marcha del proyecto se llevó a cabo sin contratiempos, logrando una operación continua y alcanzando los parámetros de operación definidos en los criterios de diseño sin fallas hasta la fecha.
Para CMDIC, este proyecto tiene un carácter estratégico porque le permite sustentar su operación durante los próximos 20 años. Ello dado que el tratamiento y depositación final de los relaves generados en el proceso de concentración, así como la maximización de la recuperación de agua de procesos, es uno de los aspectos de mayor criticidad en los procesos de concentrado de cobre.
Por este motivo todas las miradas estaban puestas en el desarrollo de este proyecto y su posterior puesta en operación, tanto por la envergadura del equipo principal (el más grande del mundo), como por el desafío que significaba su puesta en servicio y posterior operación.
Cabe destacar que este proyecto de CMDIC nunca se detuvo durante los dos años de pandemia, lo que exigió grandes esfuerzos por parte de todos los profesionales involucrados debido a las fuertes restricciones sanitarias imperantes, que incluyó nuevos aprendizajes y una permanente adaptación a las condiciones dictadas por la evolución de la emergencia sanitaria.