Donald Trump se prepara para anunciar nuevas barreras comerciales que preocupan a empresas, consumidores e inversores por la intensificación de la guerra comercial global.
Reuters.- Asesores de la Casa Blanca sopesan imponer aranceles del 20% a la mayoría de los productos importados a Estados Unidos, reportó el Washington Post el martes, mientras Donald Trump se prepara para anunciar nuevas barreras comerciales que preocupan a empresas, consumidores e inversores por la intensificación de la guerra comercial global.
Trump lleva semanas marcando el 2 de abril como el «Día de la Liberación» para imponer una serie de nuevos aranceles que podrían trastocar el sistema comercial mundial, pero ha proporcionado pocos detalles.
El domingo declaró que los aranceles recíprocos se aplicarán a todos los países que impongan aranceles a los productos estadounidenses, y la Casa Blanca dijo el lunes que cualquier país que haya tratado injustamente a los estadounidenses debería esperar recibir un arancel.
Trump también afirma que un gravámen del 25% a las importaciones de automóviles entrará en vigor el 3 de abril.
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El mandatario tiene previsto presentar su plan arancelario en un evento en el Jardín de las Rosas a las 2000 GMT el miércoles. Funcionarios de la Casa Blanca afirman que aún no se ha tomado una decisión definitiva sobre la magnitud, el alcance y el objetivo de los aranceles.
Según el Washington Post, asesores están considerando un plan que aumentaría los aranceles sobre productos de casi todos los países en aproximadamente un 20%, en lugar de los enfoques más específicos que también se han considerado.
Nuevos aranceles
El gobierno anticipa que los nuevos aranceles podrían generar más de 6 billones de dólares en ingresos que podrían ser transferidos a los estadounidenses como reembolso, según el reporte del diario.
Un asesor de la Casa Blanca afirmó que cualquier informe previo al evento de mañana es «mera especulación».
El presidente republicano ya ha impuesto aranceles a las importaciones de aluminio y acero y ha aumentado los gravámenes sobre todos los productos procedentes de China, lo que ha aumentado las tensiones con los principales socios comerciales del país.
Canadá se ha comprometido a responder con sus propios aranceles.
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«No perjudicaremos a los productores ni a los trabajadores canadienses en comparación con los trabajadores estadounidenses», dijo el primer ministro Mark Carney en Winnipeg.
Las empresas estadounidenses afirman que el movimiento «Compre Canadá» ya está dificultando que sus productos lleguen a los anaqueles de ese país.
Otros países también han amenazado con contramedidas. Trump ha argumentado que los trabajadores y fabricantes del país se han visto perjudicados en las últimas décadas por los acuerdos de libre comercio que han reducido las barreras al comercio global e impulsado el crecimiento de un mercado estadounidense de 3 billones de dólares para bienes importados.
Importaciones
El auge de las importaciones ha conllevado lo que Trump considera una desventaja evidente: un desequilibrio comercial masivo entre Estados Unidos y el mundo, con un déficit comercial de bienes que supera los 1,2 billones de dólares.
Economistas advierten que su solución -aranceles elevados- subiría los precios nacionales e internacionales y perjudicaría gravemente la economía mundial. Un arancel del 20%, sumado a los ya impuestos, costaría al hogar estadounidense promedio al menos 3.400 dólares, según el Laboratorio de Presupuesto de la Universidad de Yale.
Ya hay indicios de que la economía estadounidense está perdiendo impulso debido, en parte, a la incertidumbre generada por el caótico enfoque de Trump en la formulación de políticas económicas.
Diversas encuestas de empresas y hogares han mostrado una caída de la confianza en las perspectivas económicas, debido a la preocupación de que los aranceles de Trump provoquen un repunte de la inflación.
Inversores intranquilos han vendido acciones agresivamente durante más de un mes, reduciendo casi 5 billones de dólares del valor de las acciones estadounidenses desde mediados de febrero.
Los riesgos no se limitan solo a Estados Unidos.
Fábricas de todo el mundo, desde Japón hasta Reino Unido y Estados Unidos, experimentaron una caída de la actividad en marzo, mientras las empresas se preparaban para los nuevos aranceles de Trump, aunque algunas vieron un repunte en la competencia por hacer llegar los productos a los consumidores antes de que entraran en vigor las nuevas medidas.
Los economistas afirman que es probable que cualquier aumento sea temporal. «No pasará mucho tiempo antes de que los aranceles estadounidenses pasen de ser un factor favorable a un lastre», afirmó Julian Evans-Pritchard, de Capital Economics.