Gracias a las optimizaciones en la gestión de las variables claves del negocio, la estatal alcanzó a diciembre de 2024 una mejora en el resultado operacional de US$ 183 millones respecto al cierre de 2023.
En su informe de estados financieros consolidados al cierre del 31 de diciembre del año 2024, la Empresa Nacional de Minería (ENAMI) reportó utilidades tanto a nivel operacional como en la última línea, lo que implica una significativa reducción en las pérdidas comparado con el mismo período del año 2023.
Aislando el efecto generado por la venta del 10% de la participación en Quebrada Blanca a Codelco, que significó para ENAMI una utilidad de US$ 181 millones, el resultado operacional muestra la estabilización de la compañía, pasando de una pérdida operacional a diciembre 2023 de US$ 132 millones, a una utilidad operacional de US$ 51 millones, lo que significa un mejor resultado operacional de US$ 183 millones.
Esta variación positiva es producto de la estrategia adoptada por la empresa para revertir las pérdidas operacionales generadas por el negocio, gracias a una gestión orientada a la eficiencia y manejo de los costos operacionales.
En este proceso fue clave la decisión de paralizar temporalmente la Fundición Hernán Videla Lira en febrero de 2024, lo que, junto con mejorar la capacidad de generación de caja del negocio, permitió viabilizar el proyecto de modernización de la FHVL y focalizarse en el proceso de optimización operacional del resto de los planteles productivos de la estatal.
“Los resultados alcanzados durante el año 2024 son el producto de las decisiones tomadas para hacer de ENAMI una empresa más sana, sostenible, eficiente y con niveles de deuda razonables para el negocio. Esto nos permite proyectar un 2025 también con resultados operacionales positivos y con una compañía que seguirá cumpliendo con fuerza su misión de fomento de la pequeña minería en Chile”, dijo el vicepresidente ejecutivo de la empresa, Iván Mlynarz.
Más resultados
A nivel de resultado no operacional, al 31 de diciembre 2024 se alcanzó un resultado de US$ 80 millones, lo que se compara positivamente con el resultado negativo no operacional a diciembre 2023, el que llegó a US$ 68 millones, generándose una variación positiva entre ambos períodos de US$ 148 millones. Este resultado está impactado por el efecto de la venta del 10% de Quebrada Blanca (US$ 181 millones), contrarrestado por los costos asociados al proceso de paralización temporal de la FHVL, los que llegaron a US$ 63 millones.
En consecuencia, el resultado final después de impuestos al cierre de diciembre 2024 alcanzó a US$ 131 millones, US$ 332 millones de mejor resultado que el registrado a la misma fecha de 2023.
Sin embargo, más importante que dicho efecto es la mejora en la liquidez de la compañía, por cuanto el EBITDA de la empresa pasó de US$ -111 millones en diciembre 2023, a US$ 209 millones a diciembre 2024, es decir un incremento en el indicador de US$ 320 millones.
Con el fin de optimizar la carga financiera asociada a la deuda de la compañía, el total de los flujos asociados a la venta de la participación en Quebrada Blanca están siendo destinados al pago de la deuda financiera de la empresa. Esto ha traído como consecuencia no solo la apertura a nuevos mercados de deuda, sino que también permitió que ENAMI por primera vez se sometiera a un proceso de clasificación de riesgo por parte de dos clasificadoras (ICR y Feller Rate), que evaluaron la solvencia de la estatal con un AAA estable y un AA estable, respectivamente.