Con el veloz crecimiento de la industria de los vehículos eléctricos, la demanda de los metales para sus baterías también crece a un ritmo sorprendente, y a medida que los metales de las baterías continúan ocupando un lugar destacado en la atención, las mineras están haciendo lo posible por cubrir esa demanda.
En ese escenario, muchos se ha centrado en el litio y el cobalto. Los gobiernos han promulgado políticas para fomentar la inversión en las materias primas críticas que consideran esenciales para la transición a la energía verde. Al mismo tiempo, las preocupaciones sobre la cadena de suministro en torno al níquel han comenzado a recibir una atención cada vez mayor.
Como componente clave de la química del cátodo de la batería en muchos vehículos eléctricos (EV) existentes y futuros, el níquel seguirá siendo un metal importante a tener en cuenta en la próxima década, sostiene el analista de mercado Fitch Solutions en su último informe de la industria.
Fitch actualizó su estimación del impacto de la fabricación de baterías para vehículos eléctricos en el consumo de níquel y ahora espera que la demanda de níquel para la fabricación de baterías para vehículos eléctricos experimente una tasa de crecimiento promedio anual del 29% durante 2021-2030, superando la demanda de litio y cobalto.
Las estimaciones de Fitch, informó mining.com, se basan en sus pronósticos de demanda por tipo de cátodo para 2018, aislando la demanda de la química de óxido de litio-níquel-manganeso-cobalto (NMC), que espera que sea el cátodo preferido de elección.
El analista también mantiene la suposición subyacente de que los cátodos NMC 811 aumentarán al 80.0% de la participación de mercado de NMC para 2027, lo que efectivamente elevará el contenido promedio de níquel de 34.6 kg a 44.5 kg por cada cátodo NMC producido.
Fabricantes de automóviles como BMW, Hyundai y Renault utilizan la química NMC en sus vehículos, y Tesla actualmente emplea una química de óxido de litio-níquel-cobalto-aluminio (NCA) en sus modelos. En el futuro, Fitch pronostica que Tesla intercambiará su química NCA por tres ofertas diferentes basadas en el costo y el rendimiento del vehículo: litio-hierro-fosfato (LFP), NMC y una opción sin cobalto con alto contenido de níquel.