El proceso detallado en el estudio utiliza poca energía y sulfuro de hierro químico con una cantidad mínima de molibdeno como aditivo.
Un reciente estudio publicado en la revista ACS Sustainable Chemical Engineering defiende la posibilidad de producir combustible de hidrógeno a partir del sulfuro de hidrógeno, una sustancia altamente tóxica, corrosiva y maloliente que suele llamarse gas de alcantarilla.
El sulfuro de hidrógeno se emite desde las pilas de estiércol y las tuberías de alcantarillado y es un subproducto clave de actividades industriales como el refinado de petróleo y gas, la producción de papel y la minería.
El proceso detallado en el estudio realizado por científicos de la Universidad Estatal de Ohio utiliza poca energía y un material relativamente barato: el sulfuro de hierro químico con una cantidad mínima de molibdeno como aditivo.
Chemical Looping
La investigación se basa en un trabajo anterior del mismo equipo estadounidense que utiliza un proceso llamado chemical looping, que consiste en añadir partículas de óxido metálico en reactores de alta presión para quemar combustibles sin contacto directo entre el aire y el combustible.
El equipo utilizó por primera vez el looping químico en carbón y gas de esquisto para convertir los combustibles fósiles en electricidad sin emitir dióxido de carbono a la atmósfera. El proceso inicial utilizaba óxido de hierro para descomponer los combustibles fósiles.
Posteriormente, los investigadores aplicaron el concepto al sulfuro de hidrógeno e inventaron el proceso SULGEN, que convierte el sulfuro de hidrógeno en hidrógeno. Sin embargo, se dieron cuenta de que el producto químico puro, el sulfuro de hierro, no funcionaba bien a las grandes escalas necesarias para su uso industrial. Así, se pusieron a buscar otros productos químicos baratos que pudieran catalizar esa transformación en mayores cantidades y se les ocurrió introducir una cantidad ínfima de molibdeno en el sulfuro de hierro.
El molibdeno es relativamente barato y fácil de adquirir, lo que lo convierte en una opción atractiva para las operaciones a gran escala. También ha demostrado mejorar la descomposición del sulfuro de hidrógeno, dividiéndolo en dos partes: hidrógeno y azufre.
Sin embargo, este trabajo se encuentra en una fase temprana del proceso científico; su rendimiento es bueno en el laboratorio, pero las pruebas a nivel industrial están por llegar.
«Es demasiado pronto para saber si nuestra investigación puede sustituir a cualquiera de las tecnologías de producción de combustible de hidrógeno que existen», dijo Kalyani Jangam, autor principal del estudio, en una declaración a los medios. «Pero lo que estamos haciendo es ajustar este proceso de descomposición y fabricar un producto valioso a partir de él».