INTERNACIONAL. Los bancos suavizan sus términos para inversión en energía solar. Las tasas de interés están subiendo, lo que encarece en gran medida la deuda para las industrias con utilización intensiva de capital en todo Estados Unidos. Pero hay al menos una excepción: el negocio de la energía solar.
Si bien el costo de los préstamos viene aumentando desde 2016, algunos bancos están tomando una tajada más pequeña para ganar tratos de desarrolladores solares.
Es posible obtener préstamos a siete años o más por 137.5 puntos básicos sobre la tasa referencial de oferta interbancaria de Londres, (Libor, por sus siglas en inglés), frente a 200 puntos básicos el año pasado, dijo Keith Martin, un abogado de financiación de proyectos en Norton Rose Fulbright LLP. Hasta los préstamos con tasas más altas para proyectos residenciales son cada vez más baratos.
«La confianza de los inversores ha aumentado, lo que abarata los costos de la deuda a pesar de la subida de las tasas de interés», dijo Ed Fenster, presidente ejecutivo de Sunrun Inc., la mayor compañía de energía solar residencial de EE.UU. «Nuestros diferenciales están bajando más rápido de lo que aumenta la tasa básica».
Se han gastado más de US$ 200,000 millones en EE.UU. en parques solares a gran escala y en sistemas residenciales a lo largo de la última década. Muchos proyectos se financiaron cuando las tasas de interés eran casi nulas en los años posteriores a la crisis financiera. Tras una caída en los últimos dos años, se espera que el número de instalaciones crezca en 2019 y 2020, según Bloomberg New Energy Finance.
La generación de capacidad a partir de unidades solares se ha multiplicado por 20 desde 2010. Si se incluyen las turbinas eólicas y los generadores hidroeléctricos, la energía renovable ahora representa el 10% del suministro eléctrico de EE.UU., según datos del Gobierno.
Las nuevas tecnologías y los equipos más baratos están reduciendo el costo de esos proyectos, muchos de los cuales obtuvieron contratos de venta a largo plazo con concesionarias de energía eléctrica que se aseguraron los ingresos para ayudar a reembolsar los préstamos.
Tasas en aumento
A decir verdad, los costos de endeudamiento están aumentando a medida que la economía muestra signos de fortaleza después de una larga recuperación de la recesión de 2007-2009.
Tras siete años de tasas de interés cercanas a cero, la Reserva Federal las elevó seis veces desde 2015, a 1.75% el mes pasado. La tasa Libor a tres meses estaba en 2.36%, en comparación con 1.15% un año antes.
Las inversiones en proyectos solares cayeron de US$ 31,800 millones en 2015 a US$ 25,200 millones en 2016 y a US$ 19,800 millones el año pasado, según Bloomberg New Energy Finance. Parte del descenso reflejó la inesperada decisión del Gobierno en 2015 de extender un crédito tributario federal, lo que desaceleró la prisa por completar algunos proyectos y frenó el flujo de acuerdos. La amenaza de aranceles sobre las partes importadas también ocasionó algunas demoras en 2017.
Con menos proyectos de energía e infraestructura disponibles, la competencia entre los prestamistas se intensificó, ya que las perspectivas de la energía solar siguen siendo en gran parte alentadoras.
Los paneles solares se están convirtiendo en una fuente más común de electricidad porque los estados buscan limitar las emisiones de combustibles fósiles como el carbón o el gas natural vinculados al cambio climático. Las instalaciones repuntarán a 10.3 gigavatios en 2019 y 12 gigavatios en 2020, en comparación con los 7.2 gigavatios de este año, según las estimaciones de Bloomberg New Energy Finance.
*Vía: Agencia Bloomberg
(JPC)