El cobre se verá respaldado por la demanda de infraestructura y el rápido crecimiento del mercado de vehículos que usan energía limpia, afirmaron desde CCB International.
Reuters.- Es poco probable que los mercados de materias primas experimenten un “superciclo” en los próximos años, dijeron expertos y público encuestados en un seminario sobre metales.
“No creemos mucho en un superciclo ahora. Se empieza a ver que algunos bancos centrales comienzan a reducir la compra de bonos y, si no lo hacen, han comenzado a hablar de ello”, dijo Geordie Wilkes, jefe de investigación de Sucden Financial.
Agregó que “también estamos viendo que los mercados emergentes comienzan a aumentar algunas de sus tasas de interés y realmente comenzamos a mirar la inflación y ver cómo podemos mantener un tope después del aumento de los precios de los activos que hemos visto».
La recuperación de la demanda mundial a medida que algunas economías se recuperan de la pandemia de COVID-19, inyecciones de liquidez de estímulo por valor de billones de dólares y alteraciones en el suministro han impulsado los precios de algunos metales, incluidos el cobre y el mineral de hierro, a niveles récord.
Algunos bancos mundiales predicen un superciclo de varios años para las materias primas, impulsado por la escasez y la fuerte demanda de los sectores de energía renovable y vehículos eléctricos.
Un sondeo realizado el martes en el seminario de LME Asia Metals mostró que solo el 6.49% de la audiencia considera “superciclo” como la palabra precisa para describir la fuerza principal de las tendencias del mercado de materias primas en los próximos 12 meses.
El 33.77% consideró que esa fuerza serían la liquidez y la inflación, mientras que un 22.08% estima que el impulsor será la demanda china y un repunte en las economías desarrolladas.
“Consideramos que el COVID-19 y la posterior recuperación de COVID-19 son algo transitorio. Creo que existe la posibilidad de que alrededor del 2023 podamos ver un ajuste (de la Reserva Federal)”, dijo Thomas Horn, director de mercados globales y de materias primas de Macquarie Group en China.
Todos los expertos coincidieron en que la tendencia de transición energética, que sirve a los objetivos de neutralización de carbono de las principales economías, beneficiará a algunos metales, en particular el cobre, el níquel y el litio.
Preferencia dominante por cobre
Otra encuesta en el seminario mostró una preferencia dominante por el cobre como el metal más beneficiado en los próximos 6 a 12 meses con el 52.69% de las preferencias, seguido del litio con el 16.13%, el aluminio con el 13.98%, la plata con el 8.6%, el níquel con el 5.38% y el cobalto con sólo 3.23%.
El cobre se verá respaldado por la demanda de infraestructura y el rápido crecimiento del mercado de vehículos que usan energía limpia, afirmó Liu Shoujian, director ejecutivo adjunto de CCB International.
Wilkes, de Sucden Financial, dijo que “la demanda de cobre de la economía verde se ve fuerte”.
Un vehículo de nueva energía necesita 80 kilogramos de cobre en comparación con 23 kilos en un vehículo con motor de combustión interna, mientras que la carga, el cableado y la inversión en la red de energía renovable también generarán demanda de cobre, agregó.
El litio, el níquel y el aluminio con bajo contenido de carbono también serán codiciados en medio de la tendencia de transición energética, dijo Wilkes.
Horn indicó que aunque el cobre podría tener un pequeño superávit durante el 2022-2023 por una recuperación de la oferta y un crecimiento de la demanda ligeramente más lento en los sectores tradicionales, la transición energética se hará cargo a largo plazo.
“El crecimiento continuo de las materias primas apalancadas a la transición energética saldrá ganando y vemos un punto de inflexión clave a finales del 2024-2025 donde esa oferta se estabilizará y tenemos una alta probabilidad de un déficit (de cobre)”, dijo Horn.