Noruega y la UE han puesto en marcha un grupo de trabajo para desarrollar formas de gestionar la escasez de gas natural en Europa.
Noruega y sus productores de gas están dispuestos a negociar con la Unión Europea para resolver la crisis energética del continente.
«No cerramos ninguna puerta a ningún tipo de diálogo o contacto», declaró el jueves el primer ministro Jonas Gahr Store a la prensa en Oslo.
«A Noruega no le interesa que haya subidas extraordinarias del precio del gas. Estamos dispuestos a escuchar a las empresas y a ver qué papel podemos desempeñar», indicó.
Noruega y la Unión Europea (UE) han puesto en marcha un grupo de trabajo para desarrollar formas de gestionar la escasez de gas natural en Europa.
Store se reunió esta mañana con ejecutivos de los mayores productores de petróleo y gas de su país, como Equinor ASA, Aker BP ASA y Var Energi ASA.
Posiciones
La UE busca, según Bloomberg, formas de aliviar los costes energéticos mientras Rusia recorta el suministro
«Lo que más preocupa a las empresas es la cuestión de los contratos a largo plazo y cómo gestionarlos de forma adecuada», dijo el ministro de Energía, Terje Aasland, en el mismo acto.
«La cuestión pasa a ser la de las garantías y la gestión del riesgo para manejar el riesgo que hay en el mercado», añadió.
Oyvind Eriksen, director general de Aker ASA, la empresa matriz de Aker BP, dijo que la compañía está abierta a contratos a más largo plazo con las contrapartes adecuadas.
«A los niveles de precios actuales hay demasiado riesgo para la mayoría de las empresas privadas», dijo Eriksen.
«Así que es en parte una cuestión del mecanismo de precios y en parte una cuestión de cómo el Estado y las empresas pueden trabajar juntos para resolver esta situación tan, tan grave», opinó.
En declaraciones a la prensa el miércoles, la directora financiera de Equinor, Ulrica Fearn, instó a los líderes políticos a no apartarse del libre mercado para siempre.
Las acciones a corto plazo «tendrán un impacto en ese mercado y es muy, muy difícil juzgar cuáles son las consecuencias secundarias».