Proyecto que comenzó a funcionar este año alimenta expectativas de que África tome un rol relevante en producción de mineral.
«Consideramos que esta es la mejor mina de cobre nueva construida en el mundo durante la última década y debería ser una de las 10 minas de cobre más rentables para 2023». Con esa auspiciosa descripción, un informe de Citi da cuenta del rol que Kamoa-Kakula, un yacimiento de cobre ubicado en la República Democrática del Congo, puede jugar en el futuro de la industria, poniéndole -de paso- presión a las faenas chilenas.
La mina, propiedad de Ivanhoe Mines (39,6%), Zijin Mining Group (39,6%), Crystal River Global Limited (0,8%) y el gobierno (20%) busca producir 200 mil toneladas anuales a 2022, con miras a crecer hasta las 400 mil toneladas en el futuro, peleándose los primeros lugares de las faenas más grandes del plantea, detrás de Minera Escondida, que está en torno al millón de toneladas anuales.
«Este proyecto permitiría situar al Congo en una posición productiva importante; actualmente no ocupa más del 7% de participación mundial, pero pudiendo alcanzar 10% hacia 2023, cuando la fase I y II estén en plena operación», comenta el coordinador de políticas públicas de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), Cristian Cifuentes.
Juan Carlos Guajardo, director ejecutivo de la consultora sobre la industria minera Plusmining, comenta que lo que está pasando es «trascendente porque el Congo, junto a Zambia, llegó a estar a la par de Chile y Perú, en algún momento en los años 70. Eran los grandes países productores de cobre en el mundo. Y después, por razones de políticas mineras, estos países se quedaron atrás y Chile y Perú lograron despegar y estar entre los primeros lugares. América Latina parece que ya no tiene tantas ventajas y África podría mejorar».
El inicio del funcionamiento de Kamoa-Kakula ha despertado las expectativas de que África tome un rol más relevante en la producción de cobre. Se estima que ese continente tiene del orden de un tercio de las reservas de minerales del mundo.
Otro punto a favor es que los yacimientos tienen mejores leyes de mineral, lo que implica que hay que mover menos toneladas de material para obtener la misma producción que en otros países. Este yacimiento del Congo tiene una ley de 5%, muy por encima de lo que se está viendo en Chile, que está en torno a 0,9%. Se estima que esta faena tendría un costo directo (C1) menor a US$1 la libra. Sin embargo, África tiene todavía desafíos importantes en materia de estabilidad política, para atraer y desarrollar inversiones de largo plazo.