Los críticos acusaron al gobierno de Cortizo de no abordar las preocupaciones legales y ambientales de larga data vinculadas al proyecto.
El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, ha condenado enérgicamente al gobierno anterior por su mala gestión de la crisis en torno a la mina de cobre Cobre Panamá, valorada en US$ 6.500 millones, de First Quantum Minerals.
La operación, la mina insignia de First Quantum, fue cerrada hace un año luego de un fallo de la Corte Suprema que declaró inconstitucional su contrato de concesión.
Mulino atribuyó el cierre a la insatisfacción pública generalizada con la administración del ex presidente Laurentino Cortizo.
“La mina pagó el precio del descontento nacional acumulado, bajo un gobierno con apenas un 25 % de popularidad y un rechazo público abrumador. No pudieron manejar un tema tan crítico, y menos de la manera en que lo intentaron”, afirmó Mulino, quien asumió el cargo en julio, según BNamericas.
La decisión de invalidar el permiso de la mina se produjo tras crecientes protestas. Los críticos acusaron al gobierno de Cortizo de no abordar las preocupaciones legales y ambientales de larga data vinculadas al proyecto, que representaba casi el 5 % del PIB de Panamá.
Mulino, ahora encargado de resolver las consecuencias, ha prometido adoptar un enfoque más transparente y una auditoría integral de la mina en la que participarán expertos internacionales. “Este es un gobierno con credibilidad y aceptación nacional”, dijo Mulino, destacando la intención de su administración de comenzar a abordar el futuro de la mina a principios de 2025 .
Mulino ha dicho que el proyecto Cobre Panamá se abordará según sea necesario, pero destacó que cuestiones como la seguridad social tienen mayor prioridad. Sin embargo, todavía no se ha establecido un cronograma claro para este proceso.