El presidente norteamericano Joe Biden se reunió con su par chino, Xi Jinping, por primera vez en un año, en busca de aliviar fricciones por conflictos militares, narcotráfico e inteligencia artificial.
Reuters.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reunió el miércoles con su par chino, Xi Jinping, por primera vez en un año, en busca de aliviar las fricciones entre las dos superpotencias por conflictos militares, narcotráfico e inteligencia artificial.
Biden dio la bienvenida al líder chino en la finca Filoli, una casa de campo y jardines a unos 48 km al sur de San Francisco, adonde se trasladarán más tarde para asistir a una cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).
En su discurso de apertura, Biden dijo que los países deben asegurarse que la competencia entre ambos «no se desvíe hacia el conflicto» y gestionar su relación de forma «responsable».
Xi dijo a Biden que habían pasado muchas cosas desde su última reunión hace un año en Bali.
«El mundo ha salido de la pandemia del COVID, pero sigue bajo sus tremendos impactos. La economía mundial se está recuperando, pero su impulso sigue siendo lento».
Xi calificó la relación entre China y Estados Unidos como «la relación bilateral más importante del mundo», y dijo que él y Biden «cargan con grandes responsabilidades para los dos pueblos, para el mundo y para la historia».
«Para dos grandes países como China y Estados Unidos, darse la espalda no es una opción», afirmó. «No es realista que una parte remodele a la otra, y el conflicto y la confrontación tienen consecuencias insoportables para ambas partes».
Los líderes tratarán de reducir las fricciones entre los países, pero los avances profundos en las grandes diferencias que los separan quizá tengan que esperar a otro día.
Funcionarios de ambos lados han fijado expectativas bajas, ya que Biden y Xi tienen previsto hablar de Taiwán, el mar de China Meridional, la guerra entre Israel y Hamás, la invasión rusa de Ucrania, Corea del Norte y los derechos humanos, ámbitos en los que los líderes han sido incapaces de resolver desacuerdos de larga data.
Los expertos afirman que Xi buscará una cumbre fluida con Biden para demostrar a sus compatriotas, preocupados por la economía y la disminución de la inversión extranjera, que puede gestionar con éxito las relaciones entre las dos mayores economías del mundo.
Biden ha buscado la diplomacia directa con Xi, apostando a que una relación personal que ha cultivado durante una docena de años con el líder chino más poderoso desde Mao Zedong podría salvar unos lazos que se están tornando cada vez más hostiles.
Durante la reunión, se espera que Biden presione a Xi a utilizar la influencia de China para instar a Irán a evitar acciones provocadoras o alentar a sus apoderados a entrar en la contienda en lo que, movimientos que podrían extender el conflicto Israel-Hamas a través de Oriente Medio.
También se espera que plantee las supuestas operaciones chinas para influir en elecciones extranjeras, la situación de los ciudadanos estadounidenses que Washington considera detenidos injustamente en China y los derechos humanos.
Funcionarios estadounidenses esperaban medidas concretas para restablecer las conversaciones a nivel de personal entre ambos países sobre cuestiones que van desde las comunicaciones entre militares hasta la reducción del flujo de fentanilo, la gestión del crecimiento de las tecnologías de inteligencia artificial y la gestión del comercio y el clima.
Muchos de los productos químicos utilizados para fabricar fentanilo proceden de China, según las autoridades estadounidenses.
Se espera que Biden diga a Xi que los compromisos de Estados Unidos en el Indo-Pacífico no han cambiado.
China ha preocupado a sus vecinos en los últimos años con sus medidas en el estrecho de Taiwán, el mar de China Meridional y el mar de China Oriental, zonas de disputa internacional.