ECONOMÍA. Reino Unido evalúa alternativas para el Brexit. De acuerdo a la agencia Reuters, la primera ministra Theresa May intentaría romper el punto muerto por el que atraviesa la política parlamentaria británica en torno al proceso de salida de la Unión Europea (UE), tratando de lograr un acuerdo in extremis pese a que de momento hay pocas señales de concesiones de las partes implicadas.
«Después de que el intento de May de lograr un divorcio amistoso negociado durante dos años sufriera en el Parlamento la mayor derrota de un líder británico en la historia contemporánea, May instó a los líderes de los partidos a aparcar sus intereses para encontrar la manera de salir del atolladero», publicó el medio de comunicación.
Añadió que si la primera ministra no consigue un consenso, la quinta economía del mundo saldrá de la Unión Europea el 29 de marzo sin un acuerdo o se verá obligada a parar el Brexit, posiblemente convocando elecciones o incluso otro referéndum.
May ha rechazado en varias ocasiones los llamamientos a las urnas y ha advertido de que otro referéndum sería destructivo, ya que socavaría la fe en la democracia de los 17,4 millones de personas que votaron a favor de salir de la UE en el referéndum de 2016.
“Creo que es mi deber cumplir con las instrucciones del pueblo británico de salir de la Unión Europea. Y tengo intención de hacerlo”, dijo May al salir de Downing Street dirigiéndose directamente a los votantes.
“Invito a los miembros del Parlamento de todos los partidos a unirse para encontrar una manera de salir adelante”, dijo May. “Ahora es el momento de dejar los intereses personales a un lado”
Mientras Reino Unido se acerca hacia su mayor cambio político y económico desde la Segunda Guerra Mundial, otros miembros de la UE han ofrecido diálogo, aunque no pueden hacer gran cosa hasta que Londres decida sus siguientes pasos.
Desde que Reino Unido votó (con un 52 por ciento del electorado a favor y un 48 en contra) salir de la UE en junio de 2016, los políticos británicos no han logrado alcanzar un consenso sobre el proceso de salida de la Unión Europea, en contra del que están miembros de los grandes partidos.
Una nueva señal de la ardua tarea a la que se enfrenta May es la negativa del principal líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, a mantener conversaciones a menos que se descarte un Brexit sin acuerdo.
Su partido desea una unión aduanera permanente con la UE, una relación estrecha con su mercado único y mayores protecciones para los trabajadores y los consumidores.
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(TCP)