Un proyecto del kirchnerismo quiere declarar “recurso estratégico” a ese mineral. La Provincia considera que cualquier iniciativa en ese sentido es “inconstitucional”.
Las autoridades provinciales del área minera rechazaron enfáticamente la posibilidad de una fuerte intervención estatal en el proceso de extracción, comercialización e industrialización del litio.
Flavia Royón, secretaria de Minería de la provincia, explicó a El Tribuno que «no hemos tenido la posibilidad de acceder a un proyecto oficial», y precisó que esto es “inconstitucional».
Para Royón la Constitución Nacional es muy clara ya que en su artículo 124 establece que «corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos naturales existentes en su territorio».
«Es un avance total contra el federalismo», explicó Royón, y agregó que «no se trata de un insumo crítico y Argentina no es una formadora de mercado» a nivel global.
Además, la funcionaria a cargo del área minera de la provincia explicó que este tipo de iniciativas «genera inestabilidad del lado de los inversionistas». En materia de litio «estamos en una carrera tecnológica y debemos movernos con rapidez para atraer capitales».
Intenciones
Dos medios nacionales afirmaron que el kirchnerismo duro avanza con otra propuesta concreta para marcarle la cancha a Alberto Fernández. Esta vez se trata de un tema de alta sensibilidad: la posibilidad concreta de declarar como un «recurso estratégico» al litio, al mismo tiempo que establecer un mayor control estatal en la industria de extracción y procesamiento de este mineral altamente valioso a nivel mundial.
El ala dura del Frente de Todos se propone impulsar un nuevo esquema legal para el tratamiento del litio que tiene dos vías de acción: por un lado, avanzar con un proyecto de ley tendiente a nacionalizar el uso de este mineral para calificarlo como un recurso estratégico y, por otra parte, crear una empresa binacional con Bolivia para desarrollar la producción de manera conjunta.
En el plano legislativo, los diputados kirchneristas Marcelo Koenig y Carlos Heller, con el aval de la vicepresidenta Cristina Kirchner y del jefe de la bancada del Frente de Todos, Máximo Kirchner, empezaron a elaborar sendos borradores de proyectos de ley destinados a imponer un nuevo status al tratamiento de litio en la Argentina que se despliega en el denominado triángulo del oro blanco conformado por las provincias de Salta, Jujuy y Catamarca.
La idea del kirchnerismo duro es que el gobierno imponga en el tema del litio un modelo de producción como el de Bolivia donde el Estado tiene una fuerte impronta. Esto implicaría controlar la extracción y la producción por parte del Estado. Así, las empresas extranjeras o los privados locales que ya invierten en el país seguirían con sus contratos, pero con mayor seguimiento del Estado.
Bolivia
El Gobierno trabaja desde el plano diplomático en la instrumentación de una Mesa del Litio con Bolivia para avanzar en una suerte de empresa binacional. El embajador argentino en Bolivia, el kirchnerista Ariel Basteiro, ya entabló negociaciones con el gobierno socialista de Luis Arce para llevar adelante esta estrategia internacional en torno del litio.
Argentina tiene como intención tomar buena parte de ese modelo y desarrollar un trabajo conjunto. El Gobierno espera que en la visita que realizará el presidente Arce en agosto para reunirse con Alberto Fernández se termine de cerrar este acuerdo de la empresa binacional por el litio.
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