En el país hay siete pórfidos de cobre avanzados pero sin desarrollar, lo que representa un escenario potencial que no se encuentra en ningún otro lugar en el mundo actualmente.
El cobre es uno de los minerales más demandados a nivel global y las perspectivas para el mediano y largo plazo indican que la demanda va a seguir en aumento, de la mano de la transición hacia la electrificación de transporte y las energías renovables.
En el país hay siete pórfidos de cobre avanzados pero sin desarrollar, lo que representa un escenario potencial que no se encuentra en ningún otro lugar en el mundo actualmente.
Según la Cámara Argentina de Empresarios Mineros, el proyecto más próximo a iniciarse es Josemaría, en San Juan, que prevé generar unos 4.000 puestos de trabajo en la construcción y unos 1.000 en la operación, con una vida útil de al menos 19 años.
A mediados de julio, las autoridades de Josemaría Resources, la empresa que lleva el proyecto de cobre del mismo nombre en la provincia de San Juan, presentó el último informe general del Informe de Impacto Ambiental (IIA) y ya tiene hecha la factibilidad.
En este momento, de acuerdo con la información de la empresa, continua el proceso de evaluación del IIA, a la espera de la Declaración de Impacto Ambiental, que es otorgada por la Autoridad Minera de la provincia.
“Por la envergadura del proyecto, es difícil dar precisiones de cuándo podría finalizar este proceso, intervienen 14 organismos entre nacionales y provinciales. Estimamos que durante el año 2022, esperamos lo antes posible”, indicaron desde la compañía ante la consulta de +e.
Una vez que se apruebe el Informe, empieza un primer período de solicitud de permisos sectoriales, que podría demandar un año más de trámites. En paralelo, se comienza con las actividades tempranas de construcción, pero todo depende del otorgamiento de esos permisos.
La inversión estimada para la fase de construcción de la mina, que demandará unos tres años de trabajo, asciende a 3090 millones de dólares.
“Para finales de 2025 o para 2026 estaríamos comenzando a operar”, calcularon los representantes de Josemaría Resources.
También están ubicados en San Juan los proyectos El Pachón, Los Azules, Altar y Filo del Sol, es decir cuenta con cinco de los siete pórfidos que tiene el país.
La lista de los potenciales productores de cobre argentino la completan los proyectos Agua Rica, en Catamarca y Taca Taca, en Salta, que esta posicionado en rankings mundiales como uno de los diez proyectos más grandes según sus recursos.
De acuerdo con la Cámara Minera de San Juan, solo la provincia cuyana podría generar exportaciones por 15.000 millones de dólares si pone a producir esos cinco proyectos cupríferos que tiene en carpeta, lo que implicaría quintuplicar las ventas al exterior de la minería a nivel nacional.
En efecto, durante el último año, con 15 emprendimientos en marcha la minería se posicionó como el sexto complejo exportador con 2600 millones de dólares anuales en ventas y con una balanza comercial absolutamente positiva ya que, por cada dólar que importa en insumos para su desarrollo productivo industrial la minería exportó 24.
Según un informe de la Secretaría de Minería de la Nación, tan sólo el proyecto Agua Rica en Catamarca va a tener un balance de divisas favorable al país de 854 millones de dólares al año.
Esto significaría de mínimo 21.000 millones de dólares de balance neto de divisas en sus 25 años de vida útil. En paralelo, para el proyecto Josemaría en San Juan, serían 19.900 millones de dólares de balance neto de divisas a lo largo de su vida productiva.
Proyecto Agua Rica
El proyecto Agua Rica, operado por la firma canadiense Yamana Gold, es el que le sigue a Josemaría en la lista de los más próximos a concretarse.
Lo más interesante y novedoso en este caso es el empalme del inicio del nuevo emprendimiento con el cierre de la mina Alumbrera, que es el único gran antecedente que tiene el país en minería de cobre.
A esa estrategia se la denominó Proyecto Integrado Minera Agua Rica – Alumbrera (MARA), que no solamente implica un ahorro importante de costos y tiempos de construcción, sino que además reduce el impacto y revaloriza instalaciones industriales que de otro modo serían pasivos ambientales.
Mientras avanzan los trabajos exploratorios avanzados en el campo para poder completar los estudios de factibilidad y tener el ajuste de la ingeniería, Yamana Gold lleva adelante un trabajo de interacción con las comunidades para, según plantearon desde la firma, “democratizar y transparentar la información sobre el Proyecto MARA”.
La firma comenzó a hacer reuniones abiertas antes de la pandemia del Covid-19, que luego se sostuvieron de manera virtual durante 2020, y actualmente mantienen un formato mixto entre las dos modalidades. Los encuentros, de los que ya han participado más de 1600 personas, comienzan con una exposición técnica y breve sobre el Proyecto, y luego se abre un espacio para consultas.