“Tenemos una larga tradición de cooperación con Chile, Perú y Brasil, y sus suministros de cobre son clave para nuestra empresa”, afirma Peter Willibrandt, presidente ejecutivo de Aurubis, el mayor productor de cobre europeo y mayor reciclador de este metal a nivel mundial.
El acuerdo podría concretarse en el marco de la visita de Ollanta Humala a Alemania.
La seguridad en los suministros de materias primas es una de las prioridades de la industria alemana, sobre todo de metales, en los que el país depende en 100% de las importaciones. Dichos suministros son clave para la transición de energías fósiles a favor de las renovables, la llamada ‘Energiewende’. “Para el desarrollo de la energía eólica y solar y la construcción de una red para la movilidad eléctrica son necesarios los suministros de cobre, acero y tierras raras”, dijo el presidente de la Confederación de la Industria Alemana (BDI), Ulrich Grillo, al abrir en Berlín el 4° Congreso sobre Materias Primas.
Capitanes de la industria, diputados, representantes gubernamentales, de fundaciones y de la sociedad civil, acudieron a la invitación de la poderosa BDI, que agrupa a 37 ramas industriales, desde la automotriz hasta la farmacéutica, sumando a más de cien mil empresas, desde grandes consorcios hasta proyectos familiares.
Los ojos puestos en Perú. Perú fue foco de atención de cara a un acuerdo de cooperación minera que lleva largo tiempo en preparación y que está por firmarse próximamente, en el marco de una visita del presidente Ollanta Humala a Alemania. Después de Chile, país con el que Berlín suscribió un acuerdo de cooperación minera en enero de 2013, le sigue ahora Perú, nación bendecida con abundantes recursos naturales.
Más de la mitad de las exportaciones del país andino provienen del sector minero y una cuarta parte de la inversión extranjera fluye hacia ese sector. La minería es considerada el motor del crecimiento económico del país ribereño del Pacífico, que ha registrado índices de crecimiento de entre 5 y 9% anuales durante los últimos años.
Sven Halldorn, director del Departamento de Política Industrial del Ministerio alemán de Economía, confirmó a DW que dicho acuerdo será firmado previsiblemente en julio o agosto. “Como gobierno nuestro papel es abrir puertas para la firma de un acuerdo de cooperación de este tipo. Hay un intercambio muy estrecho de información en el que están involucrados distintos actores, empresas mineras por una parte y compradores, inversionistas e intermediarios por otra”. También participa la Agencia Alemana para las Materias Primas (Deutsche Rohstoffagentur, DERA), que sostiene conversaciones con los distintos actores involucrados. Según DERA, el cobre fue la extracción más importante en 2012, cuyas exportaciones alcanzaron un valor de US$11,5 mil millones. Al cobre le siguen el oro y la plata.
Aurubus, global player. “Tenemos una larga tradición de cooperación con Chile, Perú y Brasil, y sus suministros de cobre son clave para nuestra empresa”, afirma Peter Willibrandt, presidente ejecutivo de Aurubis, el mayor productor de cobre europeo y mayor reciclador de este metal a nivel mundial.
El alto ejecutivo destacó la presión a nivel mundial por los suministros. “Actualmente se consumen 20 millones de toneladas de cobre a nivel mundial y en los próximos 20 años se consumirán más de 30 millones de toneladas. Hay muchos desafíos a nivel global: el abasto energético, la movilidad eléctrica, el tráfico individual, la urbanización misma. Todo esto requiere de materias primas y por ello son estratégicas, y no perderán importancia en el futuro”, afirma.
La actividad extractiva está acompañada de numerosos conflictos sociales y medioambientales. La organización Misereor, cercana a la Iglesia Católica, advierte en un documento que comunidades campesinas y pueblos indígenas son desplazados de sus territorios, no son consultados al cerrar acuerdos de extracción y la protesta social es criminalizada. Estas cuestiones también fueron abordadas durante el congreso.
“Queremos una política de materias primas coherente, que tome en cuenta los derechos humanos y los problemas ecológicos. Deben garantizarse los derechos humanos en la explotación de materias primas, minimizarse los daños ecológicos, la contaminación de los suelos y de los mantos acuíferos. Todos estos son efectos de la actividad minera”, afirma Barbara Unmüßig, directora de la Fundación Heinrich Böll, cercana al Partido de los Verdes.
Fuente: América Economía