En su presentación de resultados del segundo trimestre, Buenaventura reveló que su producción de oro atribuible fue de 52,000 onzas, 46% menos que la reportada en el mismo periodo del 2019. La caída se explica por la menor producción en Tambomayo y Yanacocha. Por su parte, la producción atribuible de plata fue de 3.8 millones de onzas, cayendo 5% debido al menor desempeño en Uchucchacua y Tambomayo.
Según recordó la minera, en su reactivación, Buenaventura reinició operaciones en dos fases desde el 16 de mayo y 16 de junio, priorizando las minas de mayor producción. Ahora, espera alcanzar la capacidad total para fines de agosto.
Si bien indicó que no es posible cuantificar el impacto de la paralización de operaciones por el Covid-19, la compañía afirmó que los planes se enfocan en áreas de alto grado de mineral, mientras mantienen esfuerzos en exploración y reducción de costos.
En tanto, el gasto de capital (capex) de Buenaventura en el segundo trimestre se redujo a USS 11.4 millones, frente a los USS 27.8 millones del mismo periodo del 2019. De cara a los siguientes meses, la perspectiva mejora.
Flujo de caja
La empresa estima que podrían generar más de US$ 150 millones en términos de flujo de caja libre de operaciones cuando retomen plena capacidad y según el entorno de precios de los metales. “Podría ser una posición muy cómoda para mantener el capex sostenido”, dijo Buenaventura en un conference call.
Para eso analizará cómo priorizar nuestros proyectos, para lo cual evaluará su financiamiento.
Cash es el rey
En tanto, Leandro García, hoy CEO de la compañía, afirmó que uno de los primeros y más importantes objetivos de este año es preservar el efectivo.
Por ello, recordó que el refinanciamiento de la deuda sindicada, el 2 de abril, contribuyó a ese objetivo y permitirá el desarrollo de los proyectos e incrementar exploración en minas.