Un entorno económico saludable genera las condiciones para la creación de puestos de trabajo de calidad.
Por Mauricio Matos, Socio del Área Laboral de EY Perú.
En tiempos de crisis económica e incertidumbre social, uno de los temas más sensibles para la economía de un país, pero también para la economía de las personas y ciudadanos de a pie, es la generación de empleo de calidad.
Sin lugar a dudas, un entorno económico saludable genera las condiciones para la creación de puestos de trabajo de calidad, que se manifiestan no solo a través de un nivel de ingresos adecuado que se encuentre por encima del umbral de la remuneración mínima vital (RMV), sino también en el respeto y cumplimiento de la regulación laboral nacional e internacional que se desprende principalmente de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y también de las cláusulas sociales incluidas en los diversos tratados comerciales suscritos por el Estado peruano.
No obstante, la realidad laboral que enfrenta nuestro país resulta cuanto menos paradójica, pues mientras su regulación se incrementa en diversos ámbitos, como, por ejemplo, la norma que limita la tercerización de actividades nucleares (D.S. 001-2022-TR), las tasas de informalidad van en aumento, a tal punto que, en el Perú, aproximadamente, 8 de cada 10 trabajadores se encuentran fuera de la protección laboral. Curiosamente, tenemos por un lado mayor regulación, pero por otro un mayor número de trabajadores que se encuentran laboralmente desprotegidos.
También puedes leer: El Perú y una larga tradición en minería
Y en este sentido cabría preguntarse: ¿El rol regulatorio y fiscalizador del Estado en materia laboral está ayudando a generar empleo de calidad?, ¿Una mayor regulación trae consigo mayor formalidad laboral?, ¿Esta regulación afecta la competitividad laboral?
Sin duda, las respuestas a estas preguntas no parecen ser tan simples, pero podemos tratar de ensayar algunas a partir de la realidad del sector minero, que como sabemos, es uno de los grandes motores de la economía nacional, pero también uno de los más formales desde el punto de vista regulatorio y, por ende, laboral. Empecemos revisando el rol del Estado como regulador y fiscalizador del mercado laboral peruano en la minería y veámoslo a través de algunos ejemplos concretos.
Tercerización y regulación
Uno de los sectores que más utiliza la tercerización para buscar eficiencia en sus operaciones es el sector minero y es precisamente aquí donde la cadena de valor –a partir de la contratación y sub contratación– ha generado y genera una gran cantidad de puestos de trabajo de calidad.
Lea el artículo completo en nuestra edición N° 157 de Rumbo Minero: https://www.rumbominero.com/ED157/